En semanas recientes, el tema de las academias militarizadas privadas en México ha generado múltiples debates debido a las condiciones en las que operan y a la poca claridad que existe sobre ellas en la ley.
Para conocer más sobre el panorama de estas instituciones en el país, en MILENIO te compartimos cinco aspectos a tomar en cuenta.
Breve historia de la educación militar en México
El más lejano antecedente de una escuela militar en nuestro país se puede rastrear hasta el año 1765, cuando se emitió un reglamento para la Artillería de la Nueva España con la intención de adiestrar a las tropas en un plantel en Veracruz y otro en la capital.
Fue hasta 1822, con Agustín de Iturbide como emperador, que se instaló provisionalmente la Academia de Cadetes en el antiguo tribunal de la Santa Inquisición.

Al año siguiente se emitió el decreto para crear el Colegio Militar en el Castillo de San Carlos de Perote, en Veracruz, institución que tuvo distintas sedes a lo largo de las décadas debido a los conflictos armados.
La primera academia de instrucción castrense con carácter privado en México fue fundada en diciembre de 1941 por recomendación del general José Félix Bañuelos Bañuelos y bajo la aprobación del presidente Manuel Ávila Camacho.
¿Quién regula a las academias militarizadas y cuántas hay registradas ante la SEP?
La Ley General de Educación (LGE) establece que los particulares interesados en impartir educación deben solicitar autorización o reconocimiento de validez oficial a la Secretaría de Educación Pública (SEP) o, en todo caso, a la dependencia estatal en la materia.
Esta misma normativa faculta a la SEP para llevar a cabo
acciones de vigilancia por lo menos una vez al añoa las instituciones que imparten servicios educativos, pero no contempla ningún apartado relacionado con la instrucción de tipo castrense que se imparte en las academias.

Por su parte, la Secretaría de la Defensa Nacional (Defensa) vigila algunos aspectos administrativos de estos planteles, por ejemplo, que sus uniformes sean notoriamente distintos a los que usa el personal de las Fuerzas Armadas o que los instructores cuenten con las capacitaciones correspondientes.
A través del Sistema de Información y Gestión Educativa,
MILENIOpudo constatar que hay
por lo menos 15 academias militarizadas privadas con registro vigente ante la SEPen 11 entidades distintas.
Testimonio de una madre sobre la Academia Militarizada Ollin Cuauhtémoc
El presunto homicidio de Erick Torbellín, alumno de la Academia Militarizada Ollin Cuauhtémoc, provocó una oleada de discusiones sobre los posibles abusos en los que podría derivar la instrucción de este tipo en las escuelas.
De forma paralela, decenas de personas compartieron experiencias propias o de familiares que acudieron a esta misma institución y aseguraron no haberse enfrentado a ninguna situación de maltrato.
Rosario —seudónimo utilizado para proteger la identidad de la entrevistada— compartió con MILENIO los motivos que la llevaron a inscribir a sus hijos a esta academia, así como los cambios que esta vivencia generó en ellos. Puedes consultar la entrevista completa aquí.

Director de militarizada en Michoacán asegura que la disciplina "no es a golpes"
La Academia Militarizada México, primera institución privada de este tipo en el país, fue fundada por el general José Félix Bañuelos. Actualmente, el director de este plantel es su nieto, Alonso Bermúdez Bañuelos, quien concedió una entrevista a MILENIO para hablar sobre el modelo que sigue dicha institución.
Durante la conversación, Bermúdez aseguró que los maltratos en academias militarizadas son consecuencia de personal poco capacitado y de la falta de atención de los dueños.
Asimismo, señaló que muchos padres y madres de familia inscriben a sus hijos en una militarizada con la idea errónea de que ahí los van a "corregir".
Directora de REDIM advierte sobre el impacto de las academias militarizadas a las infancias
Tania Ramírez Hernández, directora ejecutiva de la Red por los Derechos de la Infancia en México (REDIM) externó algunas de las preocupaciones que prevalecen desde el sector de las organizaciones civiles sobre la existencia de estas academias.
"Una jerarquía como la militar, en donde la disciplina violenta se impone, va en contracorriente del reconocimiento del respeto a todas las personas, sobre todo porque lo que se propone en estos esquemas es respeto al de arriba y eso no se llama respeto, se llama subordinación y obediencia", consideró Ramírez en entrevista.
Acorde con esta narrativa, los principios que las academias militarizadas buscan inculcar se promueven a través del miedo, la coacción y la violencia, lo que deja de lado otros factores importantes para el desarrollo de las y los menores de edad como la creatividad, el pensamiento crítico y el respeto entre pares.
BM.