A finales de abril de 2025, autoridades de la Ciudad de México y del estado de Morelos iniciaron una serie de investigaciones contra los directivos de la Academia Militarizada Ollin Cuauhtémoc a raíz de la muerte de Erick Torbellín, uno de sus alumnos.
Erika, madre del muchacho, denunció públicamente que su hijo había sido víctima de maltratos y golpizas durante un campamento, lo que motivó a más personas a compartir testimonios sobre presuntas agresiones cometidas por personal de la academia.
Ante el escrutinio del que este plantel fue objeto, decenas de personas difundieron las experiencias libres de abuso que ellas mismas o sus familiares vivieron al interior de la militarizada. En entrevista con MILENIO, la señora Rosario narró la historia de sus dos hijos que acudieron a la Ollin Cuauhtémoc.
El nombre de la entrevistada fue modificado para proteger su identidad y la de su familia.
"Nunca en la vida maltrataron a mis hijos"
Rosario se enteró de la existencia de la academia Ollin Cuauhtémoc por casualidad. Un día, en medio del ajetreo cotidiano, vio a unos niños con su uniforme mientras viajaba en el Metro de la Ciudad de México.

Encantada por el aspecto de dicha vestimenta, Rosario decidió acercarse a la mamá de los infantes para pedirle información sobre la escuela. Fue así que obtuvo el número de Juan Carlos 'N', director de la militarizada que fue vinculado a proceso por el presunto homicidio de Erick Torbellín.
Para ese momento, la hija de Rosario tenía cinco años y su hijo tenía seis. Cuando se puso en contacto con los directivos, le explicaron que la instrucción contemplaba acciones de primeros auxilios, campismo y acondicionamiento físico.
Durante el proceso de admisión, el personal de la academia entrevistó a Rosario y ella hizo lo propio, pues deseaba conocer todo lo relacionado con la estadía de sus hijos en el lugar. "Yo platiqué con ellos, les pedí que me dijeran de qué se trataba y que fueran honestos conmigo, porque yo soy una mamá que no me quedo de brazos cruzados si algo le llega a pasar a mis hijos", aseveró en la conversación.
Inicialmente, los hijos de Rosario acudieron a la militarizada durante casi dos años. "Ellos iban todos los fines de semana, ya que ellos estudiaban en una escuela pública y en ese entonces todavía no tenía escuela la academia", señaló.
"Los encuartelaban, pero eso no significaba que los golpearan, que los castigaran o que hicieran cosas feas. Encuartelarlos a lo mejor era marchar o hacer lagartijas. Sí son estrictos, pero nunca en la vida maltrataron a mis hijos", resaltó Rosario en entrevista.
Lo que más disfrutaban sus hijos eran los campamentos que organizaba la academia. "Regresaban súper emocionados y nada más contaban los días para el siguiente", mencionó. Además, se involucraban en otras actividades como ceremonias y kermeses que se organizaban en el quiosco de Santa María la Ribera.
Después de una pausa de tres años, su hija y su hijo se integraron nuevamente a la institución. Para ese momento, según compartió Rosario, la Ollin Cuauhtémoc ya contaba con un plan educativo.
#FiscaliaMorelosInforma ????Obtiene FGE Morelos vinculación a proceso de probables responsables del homicidio del adolescente E.L.T. T
— FISCALIA MORELOS (@Fiscalia_Mor) May 16, 2025
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Acorde con el Sistema de Información y Gestión Educativa (SIGED) de la Secretaría de Educación Pública (SEP), esta academia tiene autorización para impartir cursos a nivel preescolar y secundaria, aunque se desconocen detalles sobre la fecha de su incorporación.
Los motivos de Rosario para inscribir a sus hijos en la Academia Militarizada Ollin Cuauhtémoc
"Se ven muy bonitos con el uniforme", fue la primera respuesta que lanzó Rosario al preguntarle sobre las razones para registrar a su hija e hijo a la militarizada que se ubica en Santa María La Ribera.
"Mis hijos siempre fueron muy latosos y pensé que al hacer demasiado ejercicio llegarían cansados a la casa, pero aún así regresaban con la pila al cien", comentó entre risas la entrevistada.
En sus propias palabras, el haber acudido a la militarizada le ayudó a sus hijos porque "se hicieron más responsables con ellos mismos", algo que ella no logró conseguir en mucho tiempo.

"Cuando empezó a ir a la academia, mi hijo nos daba la mano para bajar del transporte, si íbamos en el metro y veía a una señora, le cedía el lugar. Mi hija limpiaba sus botas y alistaba su uniforme. La verdad es que era padre".
La reacción de Rosario y sus hijos al conocer el caso de Erick
Al conversar sobre el caso de Erick Torbellín, Rosario reconoció que le resultó sumamente complicado creer lo que había ocurrido, debido a que la experiencia de sus hijos en la academia Ollin Cuauhtémoc no involucró ningún episodio de agresión.
"Sentí demasiado horrible, a ninguna mamá le deseo perder a un hijo porque es demasiado doloroso. Lamento mucho lo que le está pasando a la mamita de Erick".
El sentimiento de incredulidad —e incluso negación— fue replicado por sus hijos al enterarse de la noticia. "Ellos no son así, no creo que sea verdad", respondieron cuando Rosario les habló del caso. "Que se esclarezcan las cosas como realmente son y que no se busque culpar a gente que no tiene nada que ver", fue la reflexión de la entrevistada acerca del tema.
Actualmente los hijos de Rosario estudian el bachillerato y ya no están inscritos en la militarizada. Aunque su hijo mostró interés en formarse como militar después de acudir a la Ollin Cuauhtémoc, "se le fueron las ganas". Su hija, por otro lado, nunca manifestó el deseo de iniciar una carrera en el ámbito castrense porque "los tienen marchando mucho tiempo".
"Yo le doy gracias a la academia porque tengo hijos responsables, no hijos que andan en la calle ni mucho menos. Yo sí recomiendo cualquier academia porque uno como padre tiene la responsabilidad de investigar a qué escuela inscribe a sus hijos, de qué se trata, qué actividades son y en qué círculo están sus hijos", sentenció Rosario al final de la charla.
BM.