En el barrio de Tacubaya, en un terreno que antes albergaba a la Villa Escandón-Buch, se instaló en la década de 1940 la Academia Militarizada México, la primera escuela privada de este tipo en la historia del país.
Fue erigida en diciembre de 1941 por recomendación de José Félix Bañuelos Bañuelos, general de brigada que formó parte de las fuerzas revolucionarias villistas.
Desde 2006, la academia trasladó sus instalaciones al estado de Michoacán y actualmente es dirigida por Alonso Bermúdez Bañuelos, nieto de su fundador, quien concedió una entrevista a MILENIO.
"No somos una correccional"
Desde su oficina al interior de un rancho en la carretera Morelia-Zinapécuaro, Bermúdez Bañuelos responde el teléfono. Él, como director del internado, es el único que atiende las llamadas, pues le gusta brindar la atención de forma personalizada a quienes se interesan por la academia.

Muy temprano en la conversación, Bermúdez resalta que muchos padres y madres de familia inscriben a sus hijos en academias militarizadas con la errónea esperanza de que los "corrijan".
"No somos una correccional. Aquí es para que los muchachos aprendan oficios, que tengan más actividades y que suban su autoestima", señala el director. Con orgullo, presume que los jóvenes que terminan sus estudios de preparatoria en el internado son aceptados en cualquier institución de educación superior a la que aplican.
Bajo el lema "Tradición, disciplina y orden", el personal de la Academia Militarizada México busca "inculcar valores universales" a sus alumnos, así como promover el respeto a la autoridad.
"Los papás renunciaron a su papel hace dos generaciones"
Durante la charla, Bermúdez Bañuelos critica fuertemente a las madres y padres de familia que llevan a sus hijos a las militarizadas con la intención de que los eduquen prácticamente desde cero. Asegura que si los niños y jóvenes "no hacen caso", es responsabilidad de su núcleo familiar.
"Los papás renunciaron a su papel hace una o dos generaciones. Ahora quieren ser amigos de sus hijos y les tienen miedo", sostiene el director de la escuela con un tono de molestia. "Estamos para apoyar a los papás, no para corregir niños malcriados. Si un padre no le enseña a su hijo a hacer lo que le conviene, va a tener un problema tarde que temprano, advierte.

"La disciplina tiene que ser razonada, a los muchachos se les tienen que responder sus dudas, pero actualmente los papás no le hacen caso a sus hijos. Se les tiene que enseñar a reflexionar y si el muchacho tiene la razón, hay que dársela".
Falta de atención y personal poco capacitado: las causas de agresiones en academias militarizadas
Desde la perspectiva de Bermúdez, hechos como el presunto homicidio de Erick Torbellín, alumno de la Academia Militarizada Ollin Cuauhtémoc en la Ciudad de México, ocurren porque el personal de algunos planteles carece de la preparación necesaria para impartir instrucción castrense.
"La disciplina no es a golpes. Los que golpean a los muchachos no son militares de a deveras", afirma el nieto del general Bañuelos, quien refiere que todos los instructores de su institución son militares en retiro. El de más reciente ingreso lleva 20 años en la academia.
"¿Usted cree que un militar retirado va a arriesgar su haber [sueldo] y sus prestaciones por pegarle a un niño?", lanza Bermúdez durante la conversación.
Juan Carlos "N", a quien se le conoce como El Capitán, se ostentaba como director de la Academia Ollin Cuauhtémoc. De acuerdo con el Registro Nacional de Profesionistas, cuenta con una licenciatura en Comunicación que cursó en la Universidad Mexicana, pero carece de formación en las Fuerzas Armadas.
Angélica Cecilia "N", conocida como La Teniente, se desempeñaba como instructora en la militarizada de la CdMx. La Secretaría de Educación Pública (SEP) señala que es licenciada en Pedagogía, pero tampoco tiene experiencia en el ámbito castrense. Ambos fueron vinculados a proceso el 16 de mayo en Morelos por el aparente homicidio de Erick.
Otro factor que puede propiciar los abusos al interior de las academias militarizadas, según Alonso Bermúdez, es la falta de atención de los dueños.

A sus 70 años de edad, Bermúdez vive junto con su familia en el mismo rancho en el que está instalada la academia. No le gusta delegar responsabilidades porque está consciente de que trabajan "con lo más valioso de los padres".
Internado sin celulares: el modelo de la Academia Militarizada México
Los menores que son aceptados en la Academia Militarizada México se ciñen a un modelo de internado sin acceso a teléfonos celulares.
Para conocer detalles sobre las actividades al interior del rancho, los padres y madres de familia pueden unirse a un grupo de Telegram que el personal administrativo usa para compartir recados y actualizaciones.
Aunque se permite que tengan llamadas telefónicas, toda la comunicación entre las familias y los alumnos está mediada por los directivos. Además, los jóvenes permanecen en el rancho durante todo el tiempo que abarque su formación, con permisos para salir en los períodos vacacionales fijados por la SEP.
"Los muchachos están en el campo y son grupos reducidos de alumnado, así los papás saben que hay atención personalizada", explica Bermúdez. Además, enfatiza que al interior de la academia no se han presentado casos de jóvenes con trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) porque "están alejados de redes sociales, sólo se dedican al deporte, a sus estudios y salen adelante".
Además de la instrucción militar y el acondicionamiento físico —que involucra actividades de buceo, campismo, ciclismo y artes marciales—, la academia cuenta con una plantilla de docentes autorizados para impartir clases.
"Todos los meses hay juntas con inspectores, nos tienen muy controlados en el sentido de las materias y los maestros, que cumplan todos los lineamientos", apunta Bermúdez.
Hacia el final de la conversación, el director de la Academia Militarizada México manifiesta su afinidad con las instituciones castrenses y con la idea de que los jóvenes del país reciban este tipo de instrucción en planteles como el suyo.
"Sin Ejército no existiría el país. Si no tuviéramos la disciplina que tenemos, ¿cómo le enseñamos a los muchachos? Esto no es un negocio, es un legado para ayudar a los niños", declara.
BM.