Abraham Emanuel Pacheco Partida es un joven de 31 años que desapareció el pasado 30 de agosto en Guadalajara. Su familia está desconcertada porque él no tenía problemas ni tampoco había sido amenazado, por lo que su ausencia es un misterio que provoca angustia a los suyos.
“Mi hermano jamás ha faltado a casa, jamás ha hecho algo como no contestar el teléfono. Además, el primero de septiembre fue cumpleaños de mi mamá, y él jamás dejaría pasar esa fecha sin abrazarla, sin estar presente”, relata a MILENIO Abigail Pacheco, hermana mayor de Abraham Emanuel.
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Abraham salió de la casa de su madre, donde vivía, alrededor de las 2:30 de la tarde de aquel sábado. Su destino era Tonalá, donde cubriría con sus drones la grabación de un bautizo, trabajo que realizaba como parte de su emprendimiento además de dar clases de inglés en línea. Desde entonces no hay rastro de él.
Su madre fue la primera en notar que algo no estaba bien. “No llegó el sábado a casa, no contestó el teléfono, ni mensajes le entraban. Todo mandaba directo a buzón”, cuenta Abigail. El domingo la familia esperó que regresara, pensando que quizá su celular se había descargado, pero no hubo noticias. “El lunes mi mamá me habló como a las nueve de la mañana y me dijo que mi hermano no aparecía”, relata Abigail, quien para la tarde ya estaba en Fiscalía del Estado para presentar la denuncia formal. Su hermano no había mostrado preocupación o señales de amenazas.
Abraham es servicial, educado y muy querido entre sus amigos, “si ve que alguien necesita algo, se baja, ayuda y sigue su camino”. Mide alrededor de 1.80 metros, tiene ojos verdes, tez clara, pecas en el rostro y hombros, además de cabello largo a media espalda. “Usaba anillos grandes, de motociclista”, añade su hermana, quien lo recuerda vestido completamente de negro el día que desapareció: pantalón, camisa de manga larga y botas.
Familias descarta relación con otros casos
En los últimos días se ha especulado sobre la relación entre su desaparición y la de Frany Arteaga, joven que trabajaba en una galería en Guadalajara y cuyo paradero también se desconoce. Sin embargo, Abigail aclara que no existe vínculo alguno: “Mi hermano no tenía relación con Frany. Lamentamos mucho su desaparición, pero él no colaboraba ahí ni trabajaba ahí. Vivió en esa casa antes de que se convirtiera en galería, pero después se salió y fue cuando se hizo una galería”, explica.
La Fiscalía de Jalisco investiga el caso de manera independiente y hasta el momento no ha unido las carpetas. Para la familia, la incertidumbre se mezcla con la esperanza: “Nos tiene muy desconcertados no tener ninguna señal de él, porque realmente no tenía problemas. Solo pedimos que nos apoyen a encontrarlo”.
La búsqueda ya comenzó en calles, colonias y redes sociales con ayuda de amigos y conocidos. “Muchas personas, gracias a Dios, nos están apoyando. Nosotros estamos haciendo todo lo legalmente posible, pero pedimos a las autoridades que nos ayuden. Queremos encontrarlo”, finalizó
SRN
