Marzo se ha convertido en el espacio de tiempo propicio para visibilizar con mayor intención el valor de las mujeres en el mundo, para escuchar y comprender sobre perspectiva de género, para generar diálogos que deconstruyen las creencias, y para entonar con más fuerza las luchas por la igualdad y la erradicación de las violencias.
Durante este mes, conocemos y honramos aún más a las mujeres que ya no están, las que decidieron enfrentar grandes obstáculos para abrir caminos en un planeta donde todas y todos seamos respetados y reconocidos por igual. También, descubrimos y aplaudimos a las mujeres del presente, las que están “rompiéndola”, inspirando y moviendo a la sociedad, cuyas acciones sabemos que decantarán en las generaciones actuales y futuras.
Este 2024, a través del Premio Mujer Tec, 17 mujeres y una agrupación de 20 estudiantes reciben la presea por sus destacados aportes en diferentes ámbitos como: ciudadanía, emprendimiento, ciencias, salud y bienestar, arte, deportes, #SheForShe, medio ambiente, poder transformador y trayectoria. Son mujeres del presente que eligieron cambiarlo por un futuro más próspero. Y es en estos momentos donde surgen preguntas curiosas como: ¿Qué tienen en común estas mujeres?, ¿qué las hace diferentes?, ¿qué despertares tuvieron para hoy estar cambiando realidades?, ¿de qué están hechas?
Demográficamente, su diversidad es muy rica. Se encuentran en la generación ***baby boomer***, ***millennial*** o generación Z, es decir, oscilan entre los 15 y 70 años. En sus áreas profesionales predomina la ingeniería, seguida de salud, humanidades y educación, derecho, economía, relaciones internacionales y arquitectura. El 100% realizó o realiza sus estudios en el Tec de Monterrey o Universidad Tecmilenio. Y un tercio realizó algún estudio en el extranjero.
Su labor es muy interseccional. En las ganadoras encontramos a quienes fomentan el interés por reducir las brechas de género en las carreras STEM(Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas, por sus siglas en inglés) y lo realizan emprendiendo o liderando proyectos con enfoque e impacto social. Quienes participan en proyectos de bienestar, lo hacen abordando integralmente la salud física y mental. El desarrollo integral de las infancias es tema central para algunas de ellas, así como la participación en proyectos de sostenibilidad, el impulso de iniciativas de ***networking*** profesional y la creación de entornos colaborativos que incluyan otras diversidades
Sus accesos a la educación y a las áreas STEM fueron clave para el impacto que están generando. Con ello, desarrollaron profunda empatía y gran sensibilidad social; es decir, están comprometidas con causas que no “les atraviesan” solo porque es correcto hacerlo. En sus horizontes observan mejores infancias y juventudes como factores determinantes para la justicia y la reducción de brechas de desigualdad, por eso dedican su energía y convicciones a incidir en estos entornos, a pesar de los obstáculos sistémicos y estructurales. Independientemente de la edad, su madurez y perspectiva de género aprendida las ha hecho conscientes de lo importante que es generar redes entre mujeres, de abrirse y abrirles paso para ocupar posiciones de toma de decisiones, que beneficien a más mujeres.
El papel que jugaron sus familias fue, quizá, el factor más determinante. La mayoría las describe como catalizadoras para encontrar y potenciar sus talentos; padres que no las estereotiparon por el hecho de haber nacido mujeres, ni limitaron su campo de acción para cumplir con roles tradicionalmente asignados; madres que les dijeron: “Yo no pude, pero tú sí puedes” y que fungieron como una red impulsora, de apoyo e inspiración.
Todas y todos, de alguna manera, incidimos en la formación de otras personas. Conocer de qué están hechas estas ganadoras y muchas otras mujeres que hoy hacen la diferencia, nos da esperanza y también nos responsabiliza.
¿Qué hacer si somos padres o madres de familia, educadores o educadoras, líderes? Nos corresponde formar, educar, acompañar e influenciar positivamente a niñas, adolescentes y mujeres, siendo conscientes de nuestros sesgos, cuestionando, desaprendiendo y abriendo horizontes de posibilidades infinitas para su desarrollo, visibilización y reconocimiento. Y no solo en marzo, todos los días.