Sociedad

Pornografía y provocación: entrevista con Bruce La Bruce

El cine Tonalá en la Ciudad de México está celebrando diez años de abrir sus puertas como una sala de cine y foro para aquellas obras que aterran a las cadenas comerciales por sus contenidos que pueden generar escándalo, crisis nerviosas y boicot. No solo es un eslogan publicitario como tantos otros que se venden como arriesgados tan solo para que su producto no se diluya en el mercado de la oferta inofensiva. La disidencia del cine Tonalá es asunto serio. Qué mejor prueba que la residencia de Bruce LaBruce, del primero al 6 de noviembre, del insolente cineasta de culto, creador del llamado cinema queercore en estado de exhibicionismo bruto en sus instalaciones de la calle Tonalá 261.

Bruce LaBruce es una referencia queer décadas antes que la palabra se convirtiera en un mantra bienaventurado. Su labor como cineasta ha conseguido algo que hasta la tolerancia más radical nunca se planteó en su lucha por la visibilización: poner a un público buga, sobre todo varones, a ver porno gay duro y sin ningún truco de persuasión visual. Uno de los grandes errores de la representación homosexual en cine, televisión, teatro o literatura, es mostrar a personajes gays desprendidos de su sexualidad instintiva. Casi siempre se les ve en estado romántico que raya en lo asexuado en el sexo timorato.

Desde sus inicios, Bruce LaBruce se dispuso a filmar películas donde la homosexualidad se presenta como es: hombres teniendo sexo con hombres en historias inspiradas en el imaginario contracultural del momento: toquines de punk y protogrunge, fanzines y prostitutos que se ganan la vida cumpliendo fantasías retorcidas a varones prisioneros de los convencionalismos y sus corbatas, o dejándose fotografiar por fashionistas obsesionados con la moda hasta morir.

“Empecé a hacer películas sexualmente explícitas a principios de los noventa que se parecían más a largometrajes independientes. En realidad, ni siquiera me consideraba pornógrafo en ese momento. Estaba haciendo películas sexualmente explícitas en modo clandestino. Después de Hustler White, yo y mi compañero Jürguen Brünning (que también es el productor de mis películas) empezamos a tener la reputación de ser pornógrafos. Fue casi como una bendición mixta. Venimos del mundo del cine más indie y de vanguardia, el porno estaba como impregnado de esa sensibilidad pero conseguir presupuesto era complicado”.

Me dice Bruce LaBruce desde su habitación en un barrio de Toronto, su ciudad natal en donde empezó a rodar sus primeras películas de sexo explícito protagonizadas casi siempre por hombres.

Por los tiros de cámara, edición y canciones que utilizaba para musicalizar sus escenas, fue considerado un pionero en la pornografía creativa y también como un nuevo Andy Warhol. Aunque alejado de hiperconsumismo que excitaba al monstruo del pop art, LaBruce no cede un ápice en sus principios contra los vicios de la industria. El carácter independiente de sus películas se mantiene a través del financiamiento proveniente de estudios abiertamente porno, como en el caso de su última película, “The Affairs of Lidia” (2022), financiada por el estudio Lust Cinema.

“Desde que descubrí el porno me sentí atraído a su formato. Sobre todo al que se producía en los setenta, cuando la pornografía era más interesante, más narrativa, incluso más política. Cuando tenía mucho más humor y personajes y trama.

“Luego comenzó el primer festival de cine porno en Berlín, que hasta el día de hoy tiene una programación muy amplia, por lo que incluye muchos tipos de porno, es muy inclusivo e interseccional. Películas que son más eróticas, películas que abordan más ideas sobre la pornografía. Películas sobre porno. Es como tratar de integrar más la pornografía en el arte y la cultura.

“Acompañada a su vez una de las estrellas más cotizados del momento en el porno gay, Makus Kage, cuyo estudio Masquline , con sede en Montreal, realiza videos porno altamente influenciados por la cámara de Bruce. El sello emblemático de LaBruce es llevar a auténticos pornstars al terreno de sus películas, sin importar cierta mala fama que cargan cuando se tratan de actuaciones convencionales.

“Trabajar con estrellas del porno es mucho más complicado de lo que parece. Para empezar, hoy la industria del porno está sobrerregulada, en términos deits, (infecciones de transmisión sexual), lo cual emporó con la llegada del covid-19. “Elegimos a Markus Kage, precisamente porque el actor que habíamos elegido originalmente salió positivo a su prueba de its. Lo mismo con el tipo con el que lo reemplazamos, que dio positivo en el primer día de rodaje. Elegimos a Markus Kage después de eso. No tenía idea de quién era Markus, porque realmente no sigo lo que pasa en la pornografía. Solo miré algunas de sus fotos y videos, y dije, vamos por él. Resultó ser increíble. No me di cuenta de lo famoso que era. “Simplemente dijimos que teníamos a Markus Kage, y la gente reaccionó muy entusiasmada. Tiene una base de fanáticos muy grandes. Lo mismo con Drew Dixon. Y aunque parezca lo contrario, no veo mucho porno y no sigo la industria. Erika Lust me ayudó con muchas sugerencias y como en mis otras películas, depende de los guiones la forma en cómo concibo los castings para mis rodajes. Por ejemplo en ‘The Misandrists’ (2017) fue una combinación de agencia de casting profesional, amigos y artistas que ya conocía y gente en las redes sociales.

“En ‘The Raspberry Reich’ (2004) fuimos nosotros quienes buscamos a los actores en los sexclubs y estudios porno gays de Berlín y ‘Saint Narcisse’ (2020), el casting se hizo con una agencia profesional. Luego claro, está el detalle de dirigir a estrellas porno sin experiencia en el ámbito profesional. Creo que los actores porno tienen mala reputación.

“En primer lugar, la mayoría de la pornografía solo usa la narrativa como pretexto. No les preocupa mucho. Y, por lo general, les dan sus líneas en el set y solo hacen una toma, por lo que realmente no se les da la oportunidad de desarrollarse como actores ni se les anima a tomarlo en serio. “Entonces, cuando hago una película con estrellas porno, ya tengo un guión completo y un concepto. Encuentro que las estrellas porno en realidad están bastante ansiosas por hacer algo más desafiante. Puede ser bastante aburrido hacer escenas de sexo todo el tiempo. Cuando se espera que actúen o se filmen en diferentes ángulos, cuando tiene algo que ver más con el proceso del cine real, se emocionan más y, por lo general, son más felices.

“Mi idea de lo que es una buena actuación y la de otras personas no es la misma. Creo definitivamente que hay mucha mala actuación en Hollywood. Lo que otras personas piensan es increíble, para mí es algo obvio. Ya sabes, todo el asunto de la modulación de voz o el exceso de emociones o tratar de ser tan naturalista que terminan por parecer falso. Quiero decir, hay muchos grandes actores en Hollywood, pero el tipo de actuación que se ha desparramado desde la llegada de Netflix y esas cosas no me emocionan”.

Si bien es cierto que Bruce LaBruce es más conocido en los circuitos queer de tendencia homosexual, su cine no se limita al sexo entre hombres. Desafía sus propias convenciones al dirigir a actrices como en “The Misandrists” sobre una congregación terrorista feminista-lésbica que planea una violenta revolución o su más reciente “The Affairs of Lidia”, descrita como una parábola bisexual sobre la poligamia en tiempos de iPhones:

“Es una especie de leyenda urbana que hay muchos actores heterosexuales en el porno gay, que se dejan hacer todo a cambio de un buen cheque. Digamos que me gusta usar ese rumor para subvertir la tendencia. “Pago a estrellas del porno gay para tengan sexo con mujeres. En parte es una especie de provocación. Creo que las nuevas generaciones de homosexuales son mucho más fluidas en su sexualidad que mi generación, los maricas de la preliberación y la liberación son bastante estrechos en su sexualidad.

“No es gran cosa tratar de tener sexo con una mujer si eres principalmente gay. Pero la reacción es interesante. Hay dos tipos de respuestas. Uno es una especie de indignación. Gente que piensa que estoy traicionando la causa gay porque hago que sus estrellas porno gay favoritas tengan sexo con mujeres.

“Creen que los estoy mal influenciando y que estoy arruinando sus carreras. Es un poco como la misoginia de la vieja escuela. La otra es la gente que está un poco ansiosa de que haga que las estrellas porno gay tengan sexo con mujeres, y es como un fetiche. Lo cual me parece un poco raro”.

A lo largo de su filmografía, LaBruce ha dejado en claro el uso de la pornografía como una herramienta que desenmascara los estrictos tabúes que oprimen a todo sistema político sin importar el espectro. Películas como “Skin Flick” o “The Raspberry Reich” ponen en entredicho el supuesto progresismo del ala izquierda. Todos, desde el santurrón hasta el anarco izquierdista terminan proyectando sus represiones cuando ven un pene erecto en la pantalla. Si bien hoy existen propuestas como “Euphoria”, donde los genitales masculinos se presentan sin censura, siguen manteniendo mucho pudor disfrazado con retórica millennial que colisiona con una persistente en el Hollywood contemporáneo de que el sexo es patriarcal, además de inclusión, exceso de drogas, edición vertiginosa y la música del momento, trap y electrónica ralentizada:

“He visto ‘Euphoria’, muestran erecciones aquí y allá, pero nunca penetraciones explícitas. Si acaso una escena de sexo oral que se siente simulada. Es HBO jugando a ser transgresor. Una plataforma sostenida por sistemas de pago. Ese es el extraño mundo esquizofrénico en el que vivimos. La nueva tendencia de Hollywood es no tener sexo. Se ampara en discursos antifálicos y contra el patriarcado para llegar el mismo punto: que todo sea inofensivo, castrado y soso. Es una especie de antiguo régimen que debe mantenernos a salvo de nuestros instintos, como si fuéramos niños lanzados a una tina de baño a punto de morir ahogados. El sexo es un apetito humano bastante esencial. “Reprimirlo es peligroso. Cuando se reprime el sexo, siempre regresa en una forma monstruosa o enfermiza porque siempre busca una válvula de escape. Pienso por ejemplo, que nunca hay sexo en las películas de Marvel o DC. Uno pensaría que el sexo es uno de los superpoderes de gente como el Capitán América o el Hombre Araña. Le gente suele espantarse cuando digo cosas así, me increpan diciéndome: ¿Por qué quieres ver a Batman teniendo sexo? ¡Eso no es sano! Sin embargo, la gente tiene sexo en la vida real y eso sí es sano, ¿cierto? Desde las pinturas rupestres, desde el principio del arte, hay imágenes pornográficas. Para mí es como una especie de inconsciente colectivo en el que la gente elabora fantasías a veces muy oscuras y políticamente incorrectas, pero fantasías que no cruzan el umbral a la realidad por nuestro sentido de convivencia... Es como una catarsis y evita que sientas vergüenza por tener este tipo de fetiches o fantasías locas. Porque si avergüenzas a las personas o las haces sentir mal por ver pornografía o incluso por participar en ella, estigmatizas el sexo.

Dj set con Bruce Labruce
Dj set con Bruce Labruce
Masterclass Bruce Labruce
Masterclass Bruce Labruce

La presencia de Bruce LaBruce en el marco del décimo aniversario del cine Tonalá incluye un ciclo con algunos de sus títulos, una master class, fiesta con LaBruce detrás de las tornamesas entre otras actividades. Para más información, precios y disponibilidad se puede consultar la página oficial en el sitio cinetonala.mx

Foco en Bruce Labruce
Foco en Bruce Labruce

Foco en Bruce Labruce 2
Foco en Bruce Labruce 2

Agradecimientos a Jim Soos en la colaboración de esta columna por cierto.

Wenceslao Bruciaga


Google news logo
Síguenos en
Wenceslao Bruciaga
  • Wenceslao Bruciaga
  • Periodista. Autor de los libros 'Funerales de hombres raros', 'Un amigo para la orgía del fin del mundo' y recientemente 'Pornografía para piromaníacos'. Desde 2006 publica la columna 'El Nuevo Orden' en Milenio.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.