Política

Responsabilidad compartida

La mayoría de las armas de fuego ubicadas en la calle no están registradas y más del 50% han sido suministradas por Estados Unidos de alguna manera. Estados Unidos también tiene influencia en la región a través de la Asociación Nacional del Rifle, que jugó un papel directo para lograr que Brasil rechazara un referéndum que habría prohibido la venta de armas de fuego y municiones a civiles. Además, la industria de armas de Estados Unidos representa 52 mil millones al año y produce alrededor del 33% de todas las armas pequeñas y ligeras del mundo.

Arturo Cervantes, Investigador de la Universidad Anáhuac, ha proporcionado información en los últimos meses sobre los altos niveles de violencia armada en México durante las últimas dos décadas. Refiriéndose a la violencia con armas de fuego como una epidemia, Cervantes ha presentado varios gráficos que indican las tendencias al alza en las tasas de homicidio y suicidio con armas de fuego. Además, muestra la correlación con el aumento de las importaciones de armas de fuego de EE. UU. después del comienzo de la guerra contra las drogas. En 2015, el homicidio con armas de fuego fue la principal causa de muerte entre las personas de entre 29 y 25 años, un grupo de edad que es especialmente necesario para el crecimiento de la economía. Más de 20 millones de delitos se cometieron con armas de fuego en México en 2019. En sus declaraciones más recientes, Cervantes afirma enérgicamente que Estados Unidos inunda el mundo con armas, un comentario alineado a lo dicho por el Presidente Biden sobre la crisis de salud pública derivada de violencia armada.

Los tres factores principales que influyen en las tasas de homicidio con armas de fuego son la desigualdad de ingresos, la proporción de jóvenes entre la población en general y la tasa de armas de fuego en poder de civiles por persona. Además, los análisis regionales han destacado el enorme papel que desempeñan las armas de fuego para contribuir a las altas tasas de homicidios. Por lo tanto, es imperativo realizar esfuerzos serios para detener el comercio ilegal de armas de fuego a fin de mitigar el daño que causa. La violencia se acentúa en el contexto de la pobreza y para abordar esas causas fundamentales se tiene que actuar sobre las políticas que marginan a las comunidades vulnerables.

Además del movimiento a través de los canales comerciales formales, Estados Unidos es una fuente importante de armas de fuego que se trafican ilegalmente a México y América Central. Se estima que el 2.2% de todas las armas de fuego compradas a minoristas de armas de fuego en los Estados Unidos, aproximadamente 220,000 cada año, tienen como destino México. Además de socavar el sistema legal de México y la regulación de las armas de fuego, la marea de armas proveniente de los EE. UU. ha creado un ambiente de intensa violencia e impunidad con devastadoras consecuencias para las comunidades de México y América Latina.

En México existe la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos, sin embargo, ésta no ha recibido el mantenimiento necesario ni revisión alguna en varias décadas. Derivado de la falta de actualización sobre dicha ley, ha quedado rezagada en un mundo que constantemente cambia y que en los últimos años ha traído una nueva ola de dispositivos que no están contemplados, tales como armas impresas en 3D o armas que funcionan a base de gas comprimido.

Es urgente que se abra la conversación sobre traer esta ley a términos del presente y que diferentes instituciones gubernamentales y civiles participen en la discusión de cómo actualizar dicha ley para que pueda servir al Estado Mexicano en función de favorecer la paz a través de regulaciones que le permitan actuar en apego a la constitución.

La violencia con armas de fuego es un problema sistémico, que requiere una “terapia sistémica” para ver resultados. El problema que tienen muchos gobiernos es que no emplean los métodos adecuados para mitigar la violencia armada, porque nunca se había considerado con seriedad como un problema de salud pública. Si este diagnóstico se toma en serio y los gobiernos cooperan en conjunto para resolver el problema científicamente, la enfermedad se puede curar.


Víctor Andrade Carmona

victor.andradeca@anahuac.mx

* El autor es médico investigador del movimiento Ciencia Previene Violencia, una iniciativa del Instituto de Salud Pública Anáhuac, Universidad Anáhuac México

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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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