Como lo demuestra la actual pandemia de COVID-19, las principales enfermedades infecciosas y epidemias tienen efectos devastadores en la vida humana y causan estragos en el desarrollo social y económico a largo plazo. Mientras el mundo lidiaba con la pandemia y sus consecuencias, la Asamblea General de la ONU adoptó una resolución en noviembre de 2020 para declarar el Día Internacional de Preparación para Epidemias, que se celebrará cada año el 27 de diciembre. El día tiene como objetivo crear conciencia, el intercambio de información, conocimiento científico y mejores prácticas, educación de calidad y programas de promoción sobre epidemias a nivel local, nacional, regional y global como medidas efectivas para prevenir y responder a las epidemias.
Generar resiliencia ante una pandemia no es solo una cuestión de reforzar los sistemas mundiales de vigilancia de enfermedades, mejorar la respuesta gubernamental o construir infraestructura hospitalaria; también es una cuestión de asegurarse que las personas y los hogares tengan lo que necesitan. Eso no significa trasladar la responsabilidad del gobierno a los individuos. Lo que sí significa es que los gobiernos deben comenzar una campaña para ayudar a los hogares brindándoles la información y los recursos que necesitan para prepararse para la próxima pandemia, antes de que suceda.
La preparación es algo que se hace con anticipación. Después de que ocurre un desastre, te quedas atascado con cualquier preparación que tengas. Si las personas no se han preparado adecuadamente, todo el mundo se esfuerza por satisfacer sus necesidades en el momento, lo que genera escasez y cadenas de suministro tensas. Con una preparación adecuada de los hogares, podríamos haber evitado la escasez de suministros esenciales para los ciudadanos y los hospitales, porque los hogares ya habrían tenido suministros básicos como parte de sus kits de suministros para la pandemia. En última instancia, los hogares preparados disminuyen la carga en el sistema de respuesta a nivel nacional.
Las pandemias y los brotes a gran escala pueden cobrarse millones de vidas, perturbar sociedades y devastar economías. El Programa de Emergencias Sanitarias (WHE) de la OMS está trabajando con los Estados Miembros para ayudar a los países a prepararse para brotes y pandemias a gran escala. El primer Día Internacional de Preparación para Epidemias, que se celebrará el 27 de diciembre de 2020, fue convocado por la Asamblea General de las Naciones Unidas para defender la importancia de la prevención, la preparación y la asociación contra las epidemias.
Si hubiéramos tenido un programa de preparación para una pandemia antes de COVID19, habría habido una campaña constante que habría educado a los hogares sobre lo que necesitaban tener a mano y les habría ayudado a adquirir los suministros necesarios. Podría haber guiado a los hogares en la construcción de kits de suministros que incluían cosas como máscaras, desinfectante para manos, toallitas desinfectantes y otros materiales básicos para el cuidado de la salud. Tener este tipo de artículos en su lugar antes de tiempo es crucial para disminuir el costo de vidas, salud y economía de futuras pandemias.
Reenfocar e invertir en el sistema de educación y en la preparación para una pandemia a nivel de los hogares podría reducir sustancialmente el número de víctimas de la próxima pandemia. Tiene un costo relativamente bajo porque el sistema ya está implementado.
victor.andradeca@anahuac.mx