Política

Las mujeres y la violencia de género

  • Columna de Thelma Cora Garza Salinas
  • Las mujeres y la violencia de género
  • Thelma Cora Garza Salinas

Con respecto al tema de la violencia de género, escribo por la fecha que se avecina, pero sobre todo porque estoy convencida de la importancia de que las mujeres sigamos hablando y trabajando para dejar atrás los prejuicios y comencemos a ayudarnos entre nosotras las mujeres.

Comencemos por conocer ¿Qué es violencia de género?

La violencia de género presenta distintas manifestaciones, como actos que causan sufrimiento o daño, amenazas, coerción u otra privación de libertades. Estos actos se manifiestan en todos los ámbitos de la vida social y política, entre los que se encuentran la propia familia, el Estado, la educación, los medios de comunicación, las religiones, el mundo del trabajo, la sexualidad, las organizaciones sociales, la convivencia en espacios públicos, la cultura, etcétera.

Existe consenso respecto a que la mayoría de las víctimas de la violencia de género son mujeres y niñas. Una de cada tres mujeres (35%) en el mundo ha sufrido violencia física, verbal o sexual por parte de su pareja o de algún familiar, según lo indican los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Lo más trágico de esta situación es que el 38% de los asesinatos de mujeres que se producen en el mundo son cometidos por su pareja masculina.

Dentro de lo que se conoce como “violencia de género” se incluyen actos como asaltos o violaciones sexuales, prostitución forzada, violencia física y sexual, infanticidio con base en el género, tráfico de personas, acoso y hostigamiento sexual, etcétera.

Algunos autores la equiparan con la violencia de pareja, término más acotado que la violencia de género: este último “es un problema muy amplio y que no solo abarca las relaciones de pareja” y tal equivalencia de estos conceptos traería consecuencias negativas para las mujeres que requieren recursos profesionales e institucionales de apoyo. Sin embargo, el daño físico no es la única forma de violencia. Existe el maltrato psicológico, verbal o incluso el ejercer conductas perjudiciales que están escondidas tras detalles sutiles del día a día, como cuando un hombre comienza a hablar mal de la mujer.

Cuando un hombre se expresa frente a otros hombres mal de una mujer, y que incluso puede ni siquiera ser su pareja, está haciéndole daño a la integridad y dignidad de esa mujer. Está desvirtuando y desvalorizando a la mujer frente a otros para hacerle daño a su imagen, sin importarle si tiene esposo, pareja, hijos, hermanos, padres o amigos. Esto también es violencia, y como mujeres, la pregunta es: ¿Qué podemos hacer frente a esto?

Yo he sido víctima de actos de violencia y sé de muchas mujeres que también lo han sido, ya que desde hace tiempo me he dedicado al servicio social, dando pláticas de reconstrucción emocional a mujeres que han sido maltratadas, que no tienen recursos propios para salir adelante y que han sido lastimadas, incluso algunos casos con violencia física y emocional que tristemente a algunas no les alcanzó la vida para defenderse de estos actos.

En la mayoría de los casos, se preguntarán: ¿Qué les pasa a esas mujeres que no pueden salir de ese abuso? o ¿qué pasa a todas las mujeres que han sido violentadas de una u otra forma? Pues todo parece indicar que se quedan calladas para no salir más perjudicadas; en otros casos gritan o escriben unas líneas y las publican como hoy lo estoy haciendo yo. Pero la mayoría de las veces se tiene una sensación de angustia tan constante, que les impide salir corriendo y tomar decisiones para autoayudarse.

Surgen pensamientos negativos que rondan sus cabezas, y comienzan las dudas y los autocuestionamientos sobre quiénes somos. Con el paso del tiempo y cada día te vas sintiendo más sola, menos atractiva, incapaz de nada, todo da miedo y en definitiva se pierde la autoestima. Estos son algunos de los síntomas de alguien que ha sufrido maltrato físico, psicológico o verbal.

Para todas aquellas mujeres que son y están siendo víctimas de violencia, la doctora Roser Batalla, psicóloga experta en violencia de género, señala algunas claves para reconocer estas conductas tóxicas de tu pareja que podrían estar destruyendo tu autoestima y que, para quien esté leyendo este escrito, puedan ayudarles a replantearse qué es lo que quieren.

Adjunto algunas autopreguntas de apoyo:

Tu marido o pareja…

1. ¿No te deja pensar libremente? ¿No te deja decidir, ni actuar con libertad?

2. ¿No dispones de dinero con libertad? ¿Te acorta el gasto o lo condiciona?

3. ¿No te deja vestir como quieres? ¿Él decide qué te pones?

4. ¿No te deja llegar a casa a la hora que quieras?

5. ¿No te deja ver a tus amigas y por eso has perdido amigas?

6. ¿No te deja opinar sobre las cosas del hogar?

7. ¿Le tienes miedo a dar tu libre opinión porque te puede golpear o insultar?

8. ¿No tienes control total sobre tu vida?

9. ¿No valora lo que haces, te menosprecia y dice que todo lo haces mal?

La doctora Roser asegura que si te sientes reflejada con la mayoría de estas situaciones, ya no eres tú misma porque estás en un segundo plano y la voz de otra persona se ha “colado” en tu cabeza, diciendo lo que debes de hacer o no hacer, significa que tu mente ha sido secuestrada por alguien muy cercano a ti y necesitas ayuda profesional.

Si tú, mujer, estás en una situación así, “habla con los que te rodean, con amigos o familiares, acude a un especialista o llama a la policía si es necesario”, cualquier profesional te ayudará a recobrar tu vida y volverás a quererte y a cuidarte, pero tienes que dar ese paso para concluir este “secuestro emocional” en el que te encuentras.

Si eres hombre y estás leyendo esto, y tienes hijas y has cometido algún tipo de violencia de las que aquí he comentado… la próxima vez que lo hagas, piensa bien lo que vayas a hacer, porque si tienes hijas, lo que hoy tú le haces a tu pareja o a una mujer, alguien se lo puede hacer a tu hija el día de mañana. Así que piensa dos veces antes de hacerle daño a una mujer.

Y recuerden la frase de Talmud: “La mujer salió de la costilla del hombre, no de los pies para ser pisoteada, ni de la cabeza para ser superior, sino del costado para ser igual, debajo del brazo para ser protegida y al lado del corazón para ser amada”.

Las palabras que salen de la boca no se las lleva el viento. Hay quien escucha y hay a quien perjudica, y lo que se escribe no se borra, se queda impreso y será leído. 

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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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