La frase coloquial “no hay mal que dure 100 años” es aplicable sólo dentro del mundo real, pues claramente la ficción es la única barrera que debe romper con esta afirmación, algo que logró uno de los personajes más sombríos de la literatura, así como de la cultura popular: Drácula, personaje que cobró vida un 26 de mayo de 1897 bajo la escritura del irlandés Bram Stoker, aunque el mito del vampiro es aún más antiguo, pero sin duda el conde de Wallachia es el más famoso representante de este grupo de personajes malvados, o así se percibe en el mundo.
Un ente frío que se alimenta de la sangre de los seres vivos como una cruenta batalla en contra de dios, por más similar que suene a la figura política que se asoma de su guarida cada que existe una elección no es la misma criatura; Drácula, como cualquier ente, busca sobrevivir a un mundo que lo rechaza, a través de sus tácticas y poder económico sumado a lo largo de los años, curioso que sea más parecido a cualquier figura emanada de los partidos políticos, por más que lo nieguen la mayoría formados en la cúpula tricolor del PRI, pero separados en bandos por motivos “personales”, como si realmente buscarán algo más que saciar su sed, no de sangre sino de poder.
Maldad que perdura más de un siglo es digna de alabanza en el mundo de la ficción, pero no deseable en el mundo real, pues incluso cabe recordar que hasta 1989 se rumoró del vínculo del dictador Rumano, Nicolae Ceaucescu, que permaneció en el poder casi un cuarto de siglo, que era admirador de Drácula, Vlad Tepes, personaje histórico y sanguinario que fue inspiración para Drácula, (Vlad Dracul) y que no sólo imitó un gobierno de puño de hierro como lo hizo el llamado “Empalador” durante el siglo XV, sino que llegó a hacerse transfusiones de sangre de lactantes para mantenerse joven, algo que no resultó bien porque 1989, Ceaucescu y su esposa Elena fueron fusilados tras un juicio “tragicómico”, que generó el fin de una era en la Rumania del siglo pasado.
No sólo en el mundo real existen “adaptaciones” o versiones de Drácula que muestran el riesgo de un mal que prevalece por más de 100 años, sino que en el cine se han cansado de buscar alternativas para este personaje, algunas muy buenas como la interpretación de Leslie Nielsen en “Drácula, muerto, pero de risa”, o las nuevas versiones animadas de Hotel Transylvania, con la voz de Adam Sandler, que hacen reír, como muchos políticos cuando salen a pedir el voto; pero, que no se apegan a la idea original del conde rumano que busca venganza por la pérdida de su amada y la sangre derramada en las guerras santas, “beberé la sangre de los humanos y me dará vida eterna”.
Con la llegada del nuevo milenio, año 2000, llegó una nueva versión y origen de este personaje, el mito del vampiro es viejo, y en esta nueva película denominada “Drácula 2000” se establece su origen con la muerte de Judas Iscariote, quien fue condenado a vagar por la Tierra como un no muerto, alimentándose de la sangre humana como penitencia por su traición a Jesús Cristo…
Teodoro Santos
@TeddyDrake