Juana de Asbaje tuvo siempre al conocimiento en el centro de su vida, negado a las mujeres de su tiempo.
Nacida el 12 de noviembre de 1651, Juana de Asbaje y Ramírez de Santillana fue una feminista completa desde que tuvo memoria. A los dos años urdió un plan para aprender a leer, tal como narra en su escrito “Respuesta a Sor Filotea”: “No había cumplido los tres años de mi edad cuando me encendí yo en el deseo de saber leer, de manera que, engañando a la maestra, le dije: Que mi madre ordenaba que me diese lección. Ella no lo creyó, porque no era creíble; pero por complacer al donaire, me la dio. Proseguí yo en ir y ella en enseñarme, y supe leer en tan breve tiempo, que ya sabía cuando lo supo mi madre”.
Cuatro años después de aprender a leer se enteró que existían las universidades: “Teniendo yo después como seis o siete años, y sabiendo ya leer y escribir, oí decir que había Universidades y Escuelas en que se estudiaban las ciencias: y apenas lo oí, cuando empecé a matar a mi madre con instantes e importunos ruegos, para que me enviase a México para cursar la Universidad”.
Ya convertida en Sor Juana Inés de la Cruz, libraba las barreras de la misoginia eclesiástica diciendo a sus detractores: “Yo no estudio para escribir, ni menos para enseñar, que fuera en mí desmedida soberbia, sino sólo por ver si con estudiar, ignoro menos”.
En 1691, tuvo uno de sus mayores enfrentamientos públicos contra el patriarcado, con la “Respuesta a Sor Filotea de la Cruz” en donde nos legó sus pensamientos feministas más férreos, al cuestionar que las mujeres no estudiaran por no convivir con hombres antes del matrimonio, ni siquiera con maestros: “Muchos quieren más dejar bárbaras e incultas a sus hijas, que no exponerlas a tan notorio peligro como la familiaridad con los hombres”.
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