La fotoperiodista María del Sol tenía 27 años cuando fue asesinada hace un año en Juchitán, Oaxaca. Junto con ella, sus asesinos quitaron la vida a una candidata a síndica municipal y a un familiar de esta última. En ese momento, Sol trabajaba también en la oficina de prensa de la Secretaría de Asuntos Indígenas (SAI) del gobierno de Oaxaca, y el titular de la dependencia, Francisco Javier Montero López, la obligó a asistir a Juchitán para cubrir la campaña de su hermano, quien se postulaba para alcalde de ese municipio por el PRI. El secretario le dijo a Sol que, si no aceptaba trabajar gratis en la campaña de su hermano, la despediría de la secretaría. La agencia SEMMéxico reporta que la madrugada del 2 de junio de 2018, luego de cubrir el evento al que fue obligada a asistir, sujetos armados dispararon contra Sol, contra la candidata a síndica, y contra el hombre que las acompañaba. Los cuerpos de la candidata y su familiar se los llevaron los simpatizantes de partido, mientras el cuerpo de la joven fotógrafa fue abandonado en la calle. Horas después, un empleado de la SAI acudió al hotel donde se hospedaba la fotoperiodista para sustraer sus pertenencias, entre ellas, cámaras (fotográfica y de video), así como su computadora personal, donde se encontraban las pruebas de los trabajos realizados durante la campaña política del hermano del secretario Montero. En agosto de 2018, la Fiscalía General de Oaxaca ejecutó la orden de aprehensión en contra Jehú como presunto responsable del delito del triple homicidio, pero días después, el juez de vinculación consideró que no había pruebas suficientes y lo puso en libertad. Desde entonces, no ha habido ningún avance en la investigación. La mamá de Sol, Soledad Jarquín Edgar ha emprendido desde entonces una larga batalla legal y de activismo, buscando #JusticiaParaSol.
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