Los Globos de Oro regresaron anoche a la cadena NBC en Estados Unidos, y para muchos esta es la prueba mayor respecto a la subsistencia de la primera entrega de premios de la temporada, después de que el año pasado el contrato se cayera con la televisora (esta vez es solo por un año) y los miembros de The Hollywood Foreign Press, quienes entregan estas preseas, tuvieran que demostrar que no discriminaban ni que eran corruptos para volver a ser tomados en cuenta.
Y así transcurrió la ceremonia en la televisora que ahora es parte del mismo conglomerado de Universal, y a pesar de que quienes entregan estos premios representan a medios en todo el mundo, incluyendo un nuevo miembro de nuestro país, el tema de los derechos de la transmisión es asunto aparte.
Uno muy desafortunado, de hecho, porque a pesar de que estábamos acostumbrados a verlos por TNT, este año decidieron no hacer suya la ceremonia que antes era en domingo. Tampoco Televisa, quien por años intermitentes tuvo estos derechos, parece estar interesada, seguramente porque Telemundo es parte del conglomerado de NBCUniversal y pues, Televisa ya es Univision.
El caso es que nunca han sido tan internacionales los contenidos y desde hace muchísimos años, exceptuando el pasado que no se hicieron, esta sí era una ceremonia que le interesaba ver a la gente. Quizás incluso más que el Oscar, debido a que las cintas nominadas ya pueden en su mayoría verse en streaming o en el cine, y de las series, ni hablemos. Cuando más lo necesitaban los Globos se hicieron invisibles ante el resto del mundo y ese es un error de enorme magnitud.
@susana.moscatel