¿Les gustó La sustancia? ¿Les asustaron los extremos a los que algunos están dispuestos a exponerse para seguir vigentes?
Pues permítanme compartir con ustedes la experiencia que acabo de tener en el teatro
St. James de Broadway, respecto a un musical que ya consideraba de mis favoritos, y ahora considero entre las mejores puestas en escena que he visto en mi vida sobre un escenario.
Sunset Blvd. es —lo sabemos los amantes del cine de antaño— una gran cinta de Billy Wilder, en la que Gloria Swanson interpreta a Norma Desmond, una mujer vieja (tiene 40 años, quiero morir), a quien el cine hizo de lado cuando apareció el sonido y la volvió arcaica.
Años después, Andrew Lloyd Webber lo convirtió en musical, mi favorito suyo, y cobró nueva vida sobre el escenario con actrices como Patti LuPone y Glenn Close (ahí hay toda una historia para otro día).
Pues que llega el reconocido director británico Jamie Lloyd y (primero en Londres) convierte este musical en una magistral oda que te lleva de regreso al cine. Nunca había visto un musical y su versión cinematográfica en distintos planos, al mismo tiempo, de esta manera. Pero Lloyd lo logra con el apoyo de un elenco encabezado por la diosa Nicole Scherzinguer y un joven actor que, les prometo, es el nuevo Tom Holland, llamado Tom Francis.
Me gustaría hablarles por años de todo lo que esta versión de Sunset Blvd. trae consigo, pero por el momento solo quisiera destacar un par de cosas.
Primero, esta es la obra musical que Silvia Pinal siempre soñó montar en nuestro país, por desgracia, sin éxito. Segundo, una pregunta a mis amados productores de teatro, guerreros del arte en nuestro país: ¿quién de
ustedes nos traería esta versión de Sunset Blvd. a México? Sin duda, un sueño más que merece nuestro público, ¿no creen?
