Confieso que antes no me había pronunciado como fan de Molotov. Es más, pensaba que no me gustaba la banda. Error mío. Grave error. Y esta es la razón: Nos dicen las cosas que no necesariamente queremos oír y al pasar el tiempo descubrimos que tenían razón.
Con los años he podido conocer mucho más el mundo del hip hop, he desprendido la idea de la canción de protesta con los años 60 y las revoluciones a América Latina El punto es que cuando salió la canción “No olvidamos”, donde repasan la atrocidad de los presidentes de nuestro país y los sistemas que los pusieron ahí, al fin debo admitirlo: hay que ser muy valiente para hacer música que ofenda a todo mundo (que se ponga el saco) y a la vez decir la verdad.
La música a veces no madura bien con las sensibilidades de los tiempos aunque olvidaré cuál era la canción que más prendía los antros gays cuando iba hace años con mis amigos, pero claramente no sabemos mucho de manejar sutilezas e intenciones. ¿Pero qué tal cuando vemos atrás y nos damos cuenta cómo se quejaban de la discriminación antes de que fuera habitual con “Frijolero”, respecto a los mexicanos en Estados Unidos? ¿”Voto Latino”? ¿”Gimme The Power”? Más que adelantados a su tiempo. Hoy, saben que criticar desde Echeverría a López Obrador manda el poderosísimo mensaje de que nada ha mejorado. Y bueno, que “El Carnal de las Estrellas” haya sido Trending Topic las últimas semanas solo nos deja claro que hay cosas que siempre supimos y tal vez preferíamos no ver. La música perdura. Es un testimonio de quienes fuimos y somos. Disculpen, Molotov, por tardar tanto en entenderlo así.
Susana Moscatel
Twitter: @susana.moscatel