La razón por la que la serie de Luis Miguel ha tenido tan brutal éxito en Netflix, además de Diego Boneta, es la cantidad de chismes a los que por primera vez responde el cantante. Y esta tercera y última temporada inicia fuerte, en efecto con Mariah Carey y Frank Sinatra presentes y listos para dar un punto de comparación entre la gran estrella a finales de los 90, al Luis Miguel quien, hace unos cinco años, una vez más traicionado por su gente, se vio obligado a programar conciertos y palenques que no quería hacer por motivos económicos.
Sí, admito que ir descubriendo las referencias a ciertos políticos, el cómo se evade el tema de Araceli Arámbula sin dejar de consignar una paternidad más allá de Michelle, y sobre todo el declive que tantos juzgamos como “pura flojera en el escenario”, todo esto resulta más que interesante. Lo es porque podemos recordar cómo vivimos cada una de esas historias del otro lado, como consumidores de la información de los pedazos de la vida de El Sol que se fueron filtrando a cuentagotas en su momento.
Ahora Gloria Trevi, de la mano de Carla Estrada, seguramente va por lo mismo, y honestamente creo que hace bien. La película, escrita brutalmente bien (como siempre) por Sabina Berman, no cumplió con la absolución respecto a la opinión pública e histórica que la cantante probablemente hubiese querido. Y no se trataba de eso. En este caso, igual que con Luis Miguel, son ellos revisando y aprobando todo. Sea como sea, son sus verdades y aunque muchos tengan “otros datos”, no deja de ser fascinante de ver.
Susana Moscatel
Twitter: @susana.moscatel
