Espectáculos

Los niños que aún somos

Hoy el mundo entero puede ver el último capítulo de Chespirito. Sin querer queriendo, y sé que millones sentirán lo que intento poner en estas líneas: un nudo en la garganta y un recuerdo en el corazón. La serie logra eso y mucho más. Mientras varios se quedan solo con el drama romántico —que tiene toda la lógica del mundo—, yo quiero hablar de otras cosas que también se quedan conmigo.

Esta historia es personal. Lo es, por supuesto, para la familia que la escribió y produjo; para todos los involucrados, para su gente. Y también es personal para quienes crecimos con la genialidad de Roberto Gómez Bolaños como parte natural de lo mejor de nuestras infancias. Para los que soñamos con escribir, hacer reír, ser niños eternos, cantar y encontrar comunidad donde fuera que pusiéramos un pie.

Esta serie es la historia de cómo eso se logró. Y, por supuesto, no fue gratis. Lo sabemos ahora que, supuestamente, ya no somos niños: reconocemos en nosotros mismos esas facturas emocionales que se cobran años después. Y ahora se nos cuenta “con el corazón de frente”.

Hace unos minutos vi ese último capítulo y sentí que estaba de nuevo con mi papá, con quien veía El chavo. Después, él dejaba discos en la tornamesa para que esos personajes se colaran en mis sueños. Hoy entiendo que esta serie es una carta de amor de otros hijos a sus padres; nos recuerda que, lo que nos hace humanos, nos hace tan imperfectos como entrañables.

Creía conocer esas historias. Y sí, hay melodrama —faltaba más—, con héroes y villanos, pero también están los matices que la vida real no nos deja ignorar cuando dejamos de soñar con un balón.

Cuando la inocencia parece volverse un estorbo, en lugar de esa forma maravillosa —y astuta— de mirar el mundo sin cinismo. Esa astucia con la que, sin querer queriendo, “dejamos de contar” al dejar atrás lo que nos hizo niños.


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Susana Moscatel
  • Susana Moscatel
  • 25 años de periodista y conductora de entretenimiento. Ha publicado tres libros, traducido 18 obras y transmitido el Oscar y el Tony, entre muchos otros. Escribe de lunes a viernes su columna Estado fallido.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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