La gente sigue yendo al cine. Cuando hay algo que quieren ver, la gente va al cine. ¿Y qué creen? Quieren ver a sus estrellas musicales en la pantalla grande mucho más que a las fílmicas. ¿Duele? Sí. Un poquito. ¿Qué hemos hecho con nuestra industria cuando funcionan mejor otros formatos adaptados que hechos para compartir en el... ¿cine? La respuesta es muchas cosas.
Streaming. Es obvio que mucha gente ya se espera que la película esté en el streaming en vez de correr al cine. Claro que hay honrosísimas excepciones, pero, ¿habrá sido eso lo que le pasó a Wish, la gran apuesta de animación en Disney para este aniversario 100? En parte, pero también hay un abstencionismo de castigo por…
Lo woke. Lo lograron. Tomaron un movimiento que pretendía ser inclusivo y lo convirtieron en extremo. Wish no merecía que la gente no fuera a verla. Es una hermosa cinta, bien animada y al nivel de otros clásicos de Disney. Pero ya es demasiada la gente que está harta de que le sirvan agenda política y social en su entretenimiento. Se ve en una taquilla que no alcanzó a tener buena o mala referencia de boca en boca antes de ser proclamada un desastre. Hay poca paciencia para la narrativa de historias complejas y eso nos lleva a…
La distribución. Beyoncé y Taylor no pasaron por los estudios, ni por el streaming. Hicieron un trato directo con los cines y ganaron un 50 por ciento de lo que ha entrado y seguirá entrando en taquilla de sus conciertos. Los que queremos seguir viendo a grandes como Scorsese o Ridley Scott en la pantalla grande debemos correr el primer fin de semana a las salas, porque con duraciones tan largas de las películas muchos podemos seguir felices, pero ahí también se pierde la atención de millones, y pasar dos conciertos exitosos en lugar de una megaproducción a la que pocos quieren ir es mucho más redituable para quienes programen las proyecciones de cine a escala mundial.
