La industria de los semiconductores es un pilar fundamental en la economía global, generando ganancias de hasta 600 mil millones de dólares tan solo en el 2022 (1). Estos componentes son la base de la tecnología moderna, desde los teléfonos inteligentes hasta los vehículos automotrices. Sin embargo, a pesar de su importancia, el panorama actual muestra un dominio abrumador de Asia en la fabricación de chips, con Taiwan Semiconductor Manufacturing Company liderando el mercado y controlando aproximadamente el 60% de la industria mundial de semiconductores durante el 2023 (2).
México, con su sólida base en la industria electrónica, especialmente en el sector automotriz, y su posición estratégica junto al mercado consumidor más grande del mundo, está despertando al potencial que ofrece la industria de los semiconductores. La reciente noticia del acuerdo preliminar entre Samsung y el Departamento de Comercio de Estados Unidos, valuado en más de 40 mil millones de dólares (3), subraya el interés del gobierno estadounidense en retomar el liderazgo en la industria de semiconductores. Ante estas acciones por parte de nuestro vecino del norte, es crucial que el gobierno, las universidades y las empresas mexicanas se preparen para el inminente crecimiento de la industria asociada a los procesos previos y posteriores al de fabricación de chips.
Aprovechar esta oportunidad no solo podría impulsar la economía del país, sino también posicionarlo como un actor clave en el escenario tecnológico mundial. Actualmente, estados como Baja California y Sonora están trabajando activamente para aprovechar esta oportunidad emergente. Sin embargo, para mantener el impulso y competir a nivel internacional, es crucial un mayor apoyo tanto del sector público como del privado.
Para capitalizar esta oportunidad, es esencial desarrollar talento especializado en el campo de los semiconductores (4). De acuerdo con un estudio de Deloitte, en los próximos años, se prevé un déficit de entre 70,000 y 90,000 trabajadores estadounidenses dentro del sector de los semiconductores. Esto subraya la necesidad urgente de fortalecer los programas de educación y formación en este campo, con énfasis en las habilidades necesarias para el diseño y prueba de chips.
La colaboración con instituciones líderes en investigación y desarrollo es otro aspecto crucial para el éxito en la industria de los semiconductores. Alianzas estratégicas con organizaciones como IMEC en Bélgica e Intel en México y Estados Unidos pueden proporcionar a los estudiantes acceso a tecnología de vanguardia y oportunidades de aprendizaje práctico en entornos de laboratorio de primer nivel. Esto no solo enriquecería la experiencia educativa de los estudiantes, sino que también facilitaría la transferencia de conocimientos y la innovación en el sector.
Por otra parte, el desarrollo de infraestructura adecuada es fundamental para impulsar la industria de los semiconductores en México. La creación de parques tecnológicos especializados y la modernización de las instalaciones universitarias son pasos esenciales para fortalecer la base industrial del país y atraer inversiones extranjeras en esta área.
El presente y el futuro de los semiconductores no se limitan únicamente a mejorar los teléfonos celulares y dispositivos electrónicos. Investigadores como el Dr. Alfredo Figarola, profesor investigador de la Escuela de Ingeniería y Ciencias del Tec de Monterrey, están trabajando en un producto que integra semiconductores para detectar los niveles de contaminación en cuerpos de agua. Esto ejemplifica cómo la tecnología de los semiconductores puede aplicarse para el bienestar de la sociedad y el cuidado del medio ambiente.
México tiene una oportunidad única de convertirse en un jugador importante en la industria de los semiconductores y de emplearlos con el fin de generar un impacto en el bienestar de la sociedad. Sin embargo, aprovechar esta oportunidad requerirá un compromiso serio con el desarrollo de talento, la colaboración con instituciones líderes y la inversión en infraestructura. Si se abordan estos desafíos de manera efectiva, el país puede posicionarse como un centro de innovación y desarrollo en una industria crucial para la sociedad del futuro.