Con un telón de rruido como fondo, dos
PASTORES aparecen en un extremo del
proscenio. Cada quien lleva un distintivo
del SNTE. Caminan lentamente hacia el
otro extremo.
PASTOR 1: Ahí muere, coleguita. Nunca vamos a encontrar la mentada Estrella de Belén. Le diría que de tanto correr llevo los zapatos rotos pero, la mera neta, ni he corrido y además siempre he traído estas chanclas gachas.
PASTOR 2: No hay que aflojar, mi estimado, ya ve lo que le pasó a usted que le encanta aflojarlas.
PASTOR 1: ¿Qué onda? Ya le dije que andaba pedo y pedo no vale.
PASTOR 2: No me refiero a eso. Digo que a usted ya le van a poner un examen para ver si puede seguir trabajando y que, a juzgar por sus capacidades, es muy probable que salga reprobado. Sabía que más valía levantar la voz como los pastores del Sureste.
PASTOR 1: ¿Los pastores de Sureste? Jaj. Ya están todos en el bote.
PASTOR 2: Sí pero ¿sabe quién los puso ahí? Los mismos que encarcelaron a la lideresa.
PASTOR 1: Usted y sus ideas revoltosas, a ver si no le hacen lo que le hicieron a los niños del tambor, que por andar de argüenderos los desaparecieron.
PASTOR 2: De eso estoy hablando. Pero, como dicen por ahí, más vale morir de pie que vivir arrodillado. Así que apriétele, colega.
Salen. Se apaga la luz. Ya con el telón abierto, todo en el escenario tiene un código de barras: el pesebre, la estrella, el burro y el buey. Un hombre con facha de Secretario de Educación y cuernos está sentado en el pesebre. Los dos pastores vuelven a entrar.
PASTOR 1: Yo siempre le dije que íbamos a encontrar la estrella, colega.
PASTOR 2: Calmantes, montes, que esto me huele a azufre.
DIABLO: Estimados. Pasen a estos humildes aposentos.
PASTOR 1: ¿Humildes? De a tiro se mira que no ha visitado una escuela pública. Eso sí es humildad.
DIABLO: Estoy aquí para hacer de la educación en Belén, una educación de calidad. Estoy aquí para ofrecerles más y mejores oportunidades de trabajo. Aumentos salariales. Es decir, vengo a evaluarlos.
PASTOR 1: ¿Dónde firmo o qué?De arriba, aparece un ángel.
ÁNGEL: ¡Deténganse! Es una trampa. La estrella de Belén está allá.
PASTOR 2: (se dirige a PASTOR 1) Te dije. Vámonos antes de que terminen por privatizar lo poco que nos queda en Belén, la educación.
Los PASTORES se van a donde el ángel les indica. El DIABLO se queda haciendo un berrinche. Se escucha el villancico Los pastores a Belén.
Sergio Gómez @sergomezv