Dime tú, qué líder mundial se meterá a un restaurante de comida rápida a zamparse una hamburguesa. Acaso se te ocurre qué mandatario nos hará reír con sus participaciones en los programas de comedia. Qué hombre poderoso le abrirá la puerta a su mujer. Qué alto funcionario permitirá que una hija suya chambee tras un mostrador. Cuéntame qué ministro saludará con un choque de puños a los empleados de limpieza.
Ahora que se fue Barack Obama, te pregunto, estimado lector, qué haremos los ciudadanos despolitizados sin un presidente carismático que permita ocultar que el capitalismo está obsoleto desde hace un buen. Qué líder del primer mundo estará ahí para hacernos creer que las cosas no van tan mal como los niños hambrientos del mundo se empeñan en convencernos con sus panzas infladas. Qué mandatario dejará las comodidades de su despacho para, frente a las cámaras de televisión, estrechar la mano de ciudadanos, simples mortales, en un mensaje esperanzador que dice la democracia neoliberal funciona aunque sea poquito, no produce guerras ni deja a miles de desnutridos y asesinados. Quién. Dime quién.
No es cosa fácil. Ocupar el enorme hueco que dejó el demócrata será una tarea titánica. Hay figuras imposibles de reemplazar, su presencia se vuelve indispensable. Jamás olvidaremos al cuadragésimo cuarto presidente de los Estados Unidos de América, al Honorable Señor Don Barack Hussein Obama Segundo. Siempre lo llevaremos en, espera, acaso no es ese el presidente de Canadá. Omaigad, no lo puedo creer, kemosión. Es Justin Trudeau. Yostin Trudó para los cuates o San Justino para la masa de borregos que andamos en búsqueda un estadista que nos eche la mano para ignorar que debemos deshacernos de este orden económico de opresores y oprimidos.
Mira, le gustan los comics, marchó con los gais, baila chido, cotorrea con los huercos, es feminista, se sube a monociclos, boxea, se disfraza de supermán, hace que incluso Trump e Ivanka le lancen miradas enamoradas, se toma selfies con la banda, fue instructor de rafting, hizo un estriptís para la beneficencia, actuó en una serie de televisión, se parece al humano que se ligó a una sirena menor de edad en una película de Disney, es joven y no está feo. Guau.
Ya ni me acuerdo del negro aquel que estaba antes en la Casa Blanca.
@Sergomezv
