Hay elementos que la ley y los códigos de ética señalan para garantizar el debido proceso a la defensa de un acusado en California, Estados Unidos. Éstos impiden a las fiscalías filtrar información de sus casos a la prensa, por el simple motivo que se prejuzga a una persona, condenándola antes de ser enjuiciado.
También se impide hostigar a testigos, fabricar pruebas falsas condenatorias o inculpatorias, así como falsear testimonios de testigos. Dilatar los casos en perjuicio de los inculpados y ocultar evidencia a la defensa, son prácticas indebidas en los procesos penales en California.
Otro elemento que la legislación garantiza es el respeto al principio Brady –elemento sustancial en materia de justicia para los acusados injustamente-.
En este sentido, el Informe de Mala Conducta en la Fiscalía de California sentenció hace poco más de 10 años: “Hace setenta y cinco años, al revocar una condena por mala conducta del fiscal, la Corte Suprema de los Estados Unidos especificó la obligación primordial de un fiscal: tiene el deber de abstenerse de métodos incorrectos calculados para producir una condena injusta [Si bien] puede asestar golpes duros, no está en libertad de asestar golpes sucios.
El Tribunal enfatizó el papel fundamental que desempeña el fiscal en un sistema judicial como el nuestro que apunta a la justicia, no simplemente a la condena: el fiscal" es el representante ... de una soberanía cuyo ... interés en un enjuiciamiento penal no es que gane un caso, sino que se haga justicia”.
Todos los elementos usados de manera ilegal por la fiscalía de California contra el apóstol de Jesucristo, hermano Naasón Joaquín García, han evidenciado la capacidad de destrucción y persecución de una fiscalía tan corrupta como cualquiera. Sin prueba alguna en su contra –todo lo publicado por medios en Estados Unidos y retomados por medios nacionales se ha basado en interpretaciones sesgadas y manipuladas de la noticia- el apóstol y la Iglesia La Luz del Mundo están a la espera de la resolución que reivindique sus nombres, toda vez que su inocencia es impecable aún para la manchada y también ciega justicia estadounidense.
