A partir del lunes inicia la detonación de alianzas y definiciones explícitas cuya construcción ha sido sujeta a un silencio casi clandestino en un proceso que concluirá con el año y con nombres de aspirantes por partido a todos los puestos de elección popular.
La capital del país inicia su colocación como la batalla electoral más importante hacia el 2024 y la ciudadanía, con independencia de sus tonalidades militantes y partidarias, tendrá la oportunidad de revaluar la confianza entregada tanto en 2018 como en 2021. La principal definición será de Morena, cualquiera que sea el resultado de este fin de semana.
Comienza una etapa de oportunidad y consecuente migración de cuadros de todos los partidos. Escapan del naufragio dominical los que puedan y se agregan al barco solidificado los que alcancen.
Se desprende de la vida un amplio segmento de la clase política más convencional, habituado a la impunidad de generaciones depredadoras del erario en beneficio de políticos que aborrecieron exitosa y delincuencialmente la pobreza.
La oportunidad verdadera es, sin embargo, para el conjunto de la población. A los resultados nos atendremos.
Todos los precandidatos de Morena tendrán más competencia de quienes prevén su futuro y por tanto migran. Agradeceríamos los mejores reclutamientos para enriquecer nuestro debate público y a los bandos perdedores una explicación de sus resultados, un análisis tan arrogante como su previa pretensión victoriosa.
Ejemplos ilustrativos de los refuerzos de todas partes se detonan en la CdMx.
En la adhesión del diputado perredista Jorge Gaviño al proyecto de la Jefa de Gobierno de la CdMx, Claudia Sheinbaum, —su lucha prosigue “desde toda esfera” cabeceó MILENIO su nota principal— como aspirante a la candidatura de Morena a la presidencia de la República, el ex director del Metro le reconoce a la más aventajada de las corcholatas sensibilidad y firmeza al preocuparse por las personas desde lo colectivo, en contraste con hablar en su nombre para provecho de intereses personales; disposición al diálogo, entender el desdibujamiento opositor —no se sabe la fecha de la integridad de tal esfuerzo— y capacidades, dijo, reconocibles en ella no solamente dentro de Morena sino en el conjunto de la sociedad mexicana.
Y como publicó un popular columnista ayer: Morena —y agrego yo, Sheinbaum— actúan y trabajan como si fueran perdiendo, mientras los opositores se acomodan y discuten como si fueran ganando. Esa voluntad de asegurar el escenario se acompaña del trabajo en el territorio. En Xochimilco, la Jefa de Gobierno encabezó la presentación de una estrategia de seguridad articulada en la coordinación de la SSC y FGJ, con respaldo de la Guardia Nacional y en respaldo del alcalde José Carlos Acosta Ruiz.
Y a quienes se adelantan en precandidaturas o pronósticos verosímilmente optimistas en el gabinete del 2024, Sheinbaum, con más serenidad que nunca, les respondió ayer: “veremos”.