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Los mundos sonoros de Kubrick

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  • Rodrigo Ruy Arias

La Orquesta Sinfónica Nacional, bajo la dirección de José Luis Castillo (y sin hacer grandes aspavientos, como el de auto-adjudicarse un lugar entre las mejores orquestas del mundo), ofreció dos conciertos en el Palacio de Bellas Artes, los días dos y cinco de marzo, en homenaje al cineasta norteamericano Stanley Kubrick.

La OSN interpretó once temas de películas que ya son clásicos del celuloide: 2001, una odisea del espacio, Barry Lindon, El resplandor, Ojos bien cerrados.

Kubrick destinó a la música un papel de primer orden en su cinematografía. A través de las bandas sonoras elegidas para sus filmes, imprimió sensaciones diversas, que van desde el suspenso, el temor y la extrañeza, hasta el humor ácido.

En 2001, una odisea del espacio, realiza un juego de contrarios entre la tensión delirante de la música del compositor húngaro Giorgy Ligeti (Réquiem y Lux Aeterna), y la música de vals de Johan Strauss hijo.

2001, una odisea del espacio, es una película que se desarrolla en una atmósfera de alucinación. Kubrick utiliza el Réquiem y Lux Aeterna para las escenas de mayor tensión (la aparición del monolito y el viaje psicodélico), y la música de Strauss hijo, para las escenas que proponen una poética visual (la aparición de las naves en el espacio).

En Barry Lindon, acentúa el dramatismo de la muerte del hijo de Barry (quien muere al caer del caballo que le regalara su propio padre), con la Sarabande de la Suite en D menor de Giorge Friedrich Haendel.

La obertura de la ópera bufa La Gazza Ladra (La Urraca Ladrona), de Gioacchino Rossini, funciona en A Clockwork Orange (Naranja Mecánica), como un elemento que provoca hilaridad en las escenas de hiperviolencia ejecutadas por Alex DeLarge y sus “drugos”.

Finalmente, en su última obra maestra Eyes Wide Shut (Ojos bien cerrados), hace uso de la música de la compositora Jocelyn Pook (Reino Unido, 1960), para con The Masked Ball, acompañar musicalmente una de las narrativas más bizarras de la historia del cine.

Hay que acotar que en Eyes Wide Shut, Kubrick vuelve a utilizar la música de Ligeti, Musica ricercata para piano, en una escena de tensión, donde el personaje principal (El doctor William “Bill” Harford, encarnado por Tom Cruise) es perseguido por un personaje entre kafkiano y neo nazi por las calles desoladas de New York.

(…)

Te recomiendo en esta ocasión darle un repaso a la música de las películas de Kubrick. The Masked Ball, una de mis preferidas, del CD “Flood” the Jocelyn Pook, la encuentras en el link: https://www.youtube.com/watch?v=go4E4tNGQks

Hasta en quince, con más resonancias.

leverkhun1@outlook.es

@AlterRuy

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