Hoy más que nunca se requiere estar atentos al proceso electoral que pronto iniciará en el estado de Coahuila. Los acontecimientos en el plano nacional ponen en el centro de la atención las elecciones, con posibilidades de alternancia en Coahuila, Nayarit y Estado de México, en el imaginario social se siguen cultivando los hechos que podrían darle sentido a esta idea, que se ha convertido en deseo y que podría convertirse en realidad.
La imagen devaluado del Presidente de la República, el desánimo que se percibe en el gabinete de Enrique Peña Nieto, los errores que se han cometido, en particular en los casos de los 43 desaparecidos de la normal de Ayotzinapa, la visita de Donald Trump a México y lo relativo a los matrimonios igualitarios ha provocado que, dentro del grupo político en el poder, se piense en sacrificar a aquellos priístas impresentables, a lo largo y ancho del país, para obtener un poco de prestigio.
A nivel de las dirigencias nacionales en el PRI y en el PAN, las cosas no están en su mejor momento. Enrique Ochoa Reza, Presidente del Comité Ejecutivo Nacional tiene un liderazgo cuestionado, al parecer se lo ha ganado a pulso. Al interior del PRI hay voces que cuestionan la forma en que fue encumbrado a la dirigencia de ese partido y la forma en que lo está conduciendo.
Ricardo Anaya Cortés, presidente del PAN ha perdido la proporción del contexto electoral y sociopolítico a partir de los triunfos del 5 de junio. Ha sido un actor político arrojado, con un espléndido discurso capaz de deslumbrar a amplios sectores de la sociedad, pero a partir de esa fecha se muestra como un político engolosinado, egocéntrico, que ha perdido el rumbo en este corto camino hacia las elecciones del 2017 y del 2018. Al interior de su partido hay voces que vienen señalando que la ambición lo está cegando.
En Coahuila se tendrá que tomar la decisión, en el PRI y en el PAN, para las candidaturas oficiales que los representarán en las elecciones del 2017. Bajo este panorama queda la duda quién o quienes tomarán la decisión. En el escenario puntean Miguel Riquelme, Javier Guerrero, Guillermo Anaya y Fernando Salazar.
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