En el transcurso de la semana pasada tuvimos noticias de dos acontecimientos muy favorables para el régimen interior metropolitano de Guadalajara. Por una parte, durante la visita relámpago realizada a Jalisco por parte del presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, dejó empeñada su palabra con relación a los riesgos de inundación de los poblados de Temacapulín, Acasico y Palmarejo derivados de las obras hidráulicas complementarias que permitirán dotar de agua de la presa El Zapotillo al área metropolitana de Guadalajara: “Vamos nosotros a cumplir porque el proyecto técnico, además de que va a garantizar que no haya inundaciones durante mucho tiempo, se va a reforzar. Vale más que sobre y no que falte. Vamos a cumplir para que, en casos excepcionales de lluvias y avenidas de agua, no haya inundaciones. Ese es el compromiso.” (MILENIO JALISCO, 11 de noviembre).
Por otra parte, en el marco de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP26) se recibió el Premio de la Acción Climática Global en la categoría de Líderes Climáticos. Un por demás justo reconocimiento a los esfuerzos de coordinación intergubernamental emprendidos a instancias de la red global de ciudades C40 por parte del gobierno de Jalisco y las autoridades municipales de los nueve municipios que conforman el área metropolitana de Guadalajara, y que finalmente fueron formalizados a finales del año 2020, través del Plan de Acción Climática del Área Metropolitana de Guadalajara, el primer instrumento de su tipo en México.
Definitivamente ambas noticias resultan alentadoras ya que nos permiten vislumbrar los criterios a los que necesariamente deberán de someterse las decisiones de los tres órdenes de gobierno involucrados con el régimen metropolitano vigente, para avanzar hacia un nuevo paradigma de gobernanza metropolitana que contribuya a reducir significativamente los múltiples impactos negativos derivados de los patrones de urbanización y ordenación del territorio que derivaron en una expansión creciente de la mancha urbana y la consecuente depredación de los recursos naturales disponibles en el resto de las regiones de Jalisco y otras entidades.
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