No obstante que durante los últimos días los reflectores de la opinión pública literalmente se han volcado hacia el conflicto bélico internacional que se vive en territorio ucraniano y amenaza con escalarse a niveles inimaginables, los más recientes acontecimientos que se han suscitado en torno a ese otro frente de batalla en que se ha convertido para muchas familias la labor de búsqueda de sus seres queridos desaparecidos no deja de ser una dolorosa prioridad para la agenda pública local.
Con el buen precedente que significó el conjunto de acciones emprendidas y resultados obtenidos durante la semana pasada, por la labor desplegada de manera conjunta entre varios colectivos de familiares de personas desaparecidas con las autoridades locales (MILENIO JALISCO, 28 de febrero), el día de ayer el Centro de Justicia para la Paz y el Desarrollo llevo a cabo una sesión de trabajo con diversos colectivos con el ánimo de conversar acerca del proceso de implementación de las leyes estatales en la materia a un año de su aprobación.
Sin demeritar el avance que significó para Jalisco el que se hayan aprobado leyes que reconocen los derechos de las víctimas y sus familias, resulta evidente el largo trecho que aún nos falta recorrer como sociedad para remontar la crisis humanitaria que lacera a estas tierras.
Entre las asignaturas pendientes destacan la indispensable consolidación del Centro de Identificación Humana, así como en la aprobación de los diversos reglamentos que resultan fundamentales para la puesta en operación tanto de la Comisión Estatal de Búsqueda como de la células municipales de búsqueda, instancias responsables de gestionar la sistematización de los registros pendientes, que resultan fundamentales para optimizar los esfuerzos interinstitucionales y de la sociedad civil organizada en torno a la búsqueda de las personas desaparecidas.
Además del registro de personas desaparecidas habría que considerar el registro de fosas, el registro de personas fallecidas no identificadas y el banco de datos genéticos.
Entre tanto resulta deseable que continúen las búsquedas en campo con el acompañamiento adecuado de las instituciones públicas.
Roberto Arias
roberto.arias@coljal.edu.mx