A propósito del T-MEC, Andrés Manuel López Obrador ha caminado en el filo de la ambigüedad, pero recién le llegó la hora de las definiciones.
Un documento firmado por Katherine Tai, responsable comercial del gobierno de Estados Unidos, exhibió la magnitud del desacuerdo que hay entre su país y el nuestro.
El T-MEC no solo norma el intercambio de bienes y servicios entre México, Estados Unidos y Canadá, también define un modelo preciso de integración económica, la convergencia regulatoria y, aunque de manera limitada, también la relación política entre las dos naciones.
Desde el principio de su administración, AMLO defendió la integración de los mercados de Norteamérica. En sus momentos más entusiastas ha propuesto incluso el establecimiento de una suerte de comunidad económica como la que Europa emprendió en los años cincuenta del siglo pasado.
Sin embargo, la administración lopezobradorista también ha impulsado medidas contrarias, notoriamente en lo que toca al sector energético. Ahí AMLO rechaza la convergencia, la competencia y la transición trinacional hacia energías limpias.
El problema crece cuando la energía es un insumo que impacta sobre muchos otros sectores. No puede hablarse de industria manufacturera, del transporte o del abastecimiento fronterizo de gas, entre tantos otros asuntos, sin abordar obligadamente la cuestión energética.
En términos coloquiales, Tai afirma que desde 2018 el gobierno mexicano se ha estado portando como un gandalla: con tal de crecer las utilidades de sus empresas estatales (CFE y Pemex) está afectando los intereses de compañías estadunidenses que, de buena fe, invirtieron antes en el sector energético mexicano.
La representante comercial anunció que la Casa Blanca intentará resolver el conflicto, primero, a través de un mecanismo conocido como consulta formal entre gobiernos, pero que, en el probable caso de que tal cosa no funcione, Estados Unidos solicitará la instalación de un panel arbitral que juzgue y se pronuncie sobre la disputa.
Zoom: Hasta ahora la Secretaría de Relaciones Exteriores se había mantenido al margen del pleito energético con EU; a partir de la comunicación de Tai, Marcelo Ebrard tendrá inevitablemente que involucrarse a fondo para resolver el diferendo.
Ricardo Raphael
@ricardomraphael