La negativa fue contundente. No estuvieron dispuestos a firmar un comunicado conjunto, mucho menos a dejarse retratar con Alejandro Alito Moreno, presidente en funciones del Partido Revolucionario Institucional.
El dirigente no recibió el trato que merece un correligionario; en vez de ello le hicieron saber que, a partir de ahora, es un apestado.
Durante la época de la Colonia a los traidores que vendían favores no se les retribuía mirándolos a los ojos. Era costumbre que el pagador diera la espalda mientras arrojaba un saco de monedas por encima del hombro.
Para la amplia veteranía priista que visitó las oficinas nacionales de su partido el martes pasado, Alito no solo es un mal dirigente.
La experiencia política de cada cual alcanza para saber que, después de la derrota de 2018, era tarea prácticamente imposible que el tricolor se recuperara pronto.
¿Con qué cara podría Claudia Ruiz Massieu reclamar después de los resultados electorales del PRI en 2018? ¿O Manlio Fabio Beltrones cuando tan mal le fue en los comicios de 2015?
Ciertamente el menosprecio tiene otros motivos. El liderazgo previo cometió errores, tomó malas decisiones y manchó también la reputación de esa organización con actos monumentales de corrupción.
Pero, a diferencia de Alito, en ningún caso se suponen acuerdos políticos para intercambiar impunidad a cambio de ahogar en el fango al partido.
Este es el reclamo principal: la traición al PRI y también que al final el pagador le haya arrojado monedas por encima del hombro.
Lo que queda del PRI sirve todavía para algo. Eso cree la veteranía de ese partido. Y supone también que valdrá más si no está en manos del listillo.
El martes las y los ex dirigentes no se tomaron la foto porque el desacuerdo es irremediable. Hay una cúpula priista que se asume legítima, aunque hoy no cuente con el control legal de ese partido. Esa dirigencia irá previsiblemente por todo, aun si sabe que con ello la organización política podría volar por los aires antes de tiempo.
Zoom: Mejor destronar hoy al rey, aunque en el intento pueda destruirse lo que le queda al pequeño reino. Esa sería, supondrán los experimentados rebeldes, la única ruta de salvamento.
Ricardo Raphael
@ricardomraphael
