La tercera ley de Newton enuncia que a toda acción corresponde una reacción igual en sentido contrario.
Esto puede usarse para entender la teoría de Polibio acerca de las formas buenas de gobierno y su descomposición.
Polibio (200 a 118 a.C.), nació en Grecia y fue deportado a Roma.
Como gran historiador se preguntó el porqué de la hegemonía romana y concluyó que era por su forma de gobierno mixto.
Afirmó que la constitución de un pueblo es la primera causa de su éxito o fracaso; y que existen tres formas buenas de gobierno y tres malas que se suceden alternativamente.
Las tres buenas son el reino, la aristocracia y la democracia; cada una nace con una enfermedad que la descompone: el reino muta en despotismo; la aristocracia, en oligarquía; y la democracia, en oclocracia, esto es, el dominio salvaje de las masas.
Polibio sostiene que sólo el gobierno mixto puede evitar esa descomposición, o sea, uno que combine las tres formas buenas. Como Roma gobernada por los cónsules (especie de reyes), los senadores (la aristocracia) y los tribunos populares (la democracia).
Esos son los orígenes de la división del gobierno en tres poderes. Que si guardan equilibrio garantizan la gobernabilidad, el orden público y la paz.
Pero cuando uno de los poderes avasalla a los otros, el gobierno mixto se descompone y puede terminar en una dictadura, o en la anarquía y la violencia social.
Es evidente que las marchas en defensa de la democracia son reacciones ciudadanas a las acciones del Presidente para concentrar el poder e imponer a su candidata.
Las manifestaciones provocarán nuevas acciones gubernamentales. Esa sucesión de causas y efectos pudiera desembocar en confrontaciones sociales.
Para sortear ese peligro en los ciudadanos y gobernantes deberá prevalecer la templanza.
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