Ya. Ya pasó la consulta de revocación de mandato, para muchos un rotundo fracaso, para otros un éxito. Para mí, un ejercicio inútil que no nos llevará a nada porque fue promovido por el mismo gobierno y Morena. Ilegal porque ninguna ley tiene carácter retroactivo y aquí lo hicieron, además de muy caro, por los mil 600 millones de pesos que nos costó a los mexicanos.
Ahora, lo verdaderamente importante es enfocarse a gobernar este país sin más distracciones, que los secretarios del gabinete se metan a resolver sus pendientes y ya no se distraigan con otras agendas y tareas.
Al actual gobierno le quedan menos de dos años y medio para concluir el sexenio, pero los grandes pendientes son los mismos del 2018. El más importante es reducir la violencia y pacificar al país, aunque hoy dicen necesitar más tiempo; que necesitan recuperar territorios perdidos que hoy están en manos de la delincuencia; combatir la brutal corrupción de antes y la de ahora; atender con prontitud y recursos las necesidades de la infraestructura escolar; recuperar las escuelas de tiempo completo que tanto han beneficiado a las familias de padres trabajadores porque los menores reciben una mejor alimentación.
Otro pendiente que se agudizó en esta administración es el desabasto de medicamentos. Se ofreció que los mexicanos tendríamos servicios médicos como los de Dinamarca. El cumplimiento de la promesa cada día es más lejano. Este gobierno solo ha dado bandazos e improvisaciones, desapareció el Seguro Popular, luego creó un improvisado INSABI, y ahora migra a otro proyecto llamado IMSS Bienestar.
En el tema económico es impostergable tener reglas claras, respetar los acuerdos, dar certidumbre a las inversiones y que se traduzcan en empleos con mejores salarios que contribuyan al crecimiento económico en beneficio del país y honrar los acuerdos con los socios comerciales.
Por el bien del país, hay que dejar la polarización de dividir a la población entre buenos y malos, conservadores y liberales, ricos y pobres. Se requiere hacer valer un verdadero estado de derecho, donde se castigue al que viole la ley sin excepción, que todos paguemos impuestos, que se fomente la formalidad y que se logren acuerdos políticos siempre anteponiendo el bien del país. ¿Es tan difícil entenderlo?
Raúl Frías Lucio
Twitter: @RaulFriasLucio