En el norte del país se presenta una oportunidad para el desarrollo de una gran área de conocimiento: un clúster tecnológico que permita al país una vía de desarrollo y transferencia tecnológica.
Es cierto que en México atravesamos por una crisis de talento en áreas que hoy son torales para el desarrollo nacional.
Según la encuesta realizada por Haiz México, falta talento en sectores como ingeniería, energía, infraestructura y salud, y la encuesta realizada por Manpower indica que algunos puestos difíciles de cubrir son ingenieros representantes de ventas, técnicos, personal de IT, contabilidad y finanzas, gerentes o ejecutivos, secretarias y asistentes.
Lo cierto es que si pensamos en el sur de Texas y el noreste de México podemos encontrar que hoy más que nunca se requiere caminar por la senda de la integración. Este es un momento propicio para pensar en cómo hacemos para aprovechar las condiciones y crecer no solo económicamente sino también en materia de financiamiento.
Aunque los precios del petróleo son bajos y ha sido un año seco por lo que se esperaría que el próximo las tarifas eléctricas aumenten no todo tiene por qué ser negativo.
Estamos en un buen momento para comenzar a trabajar alianzas norte sur que permitan a las empresas mexicanas enfrentar los retos que se nos presentan en frente. Por ejemplo, es momento de generar clústeres entre las Pymes de Texas y las de México, como ya algunos gremios lo están haciendo.
Es momento de aumentar las alianzas e intercambios con las universidades texanas que pueden ayudarnos a mejorar las capacidades técnicas de nuestros profesionales, sobre todo en materia de energía, aeroespacial, ingeniería, etcétera y permitirnos adquirir conocimiento en áreas que hasta el año pasado estuvieron dominados por el Estado.
Esta es la oportunidad para desarrollar la infraestructura que hoy nos hace falta y la frontera norte de México está en una situación privilegiada para lograrlo; ya se han adelantado acuerdos entre los estados con potencialidades energéticas y Texas, así como entre empresarios y universidades, lo que contribuirá a estar preparados cuando el efecto anestésico de los precios bajos del petróleo deje sus efectos.
Deberemos estar listos para administrar la abundancia de recursos que supone la riqueza del país y generar una gran área de conocimiento entre Texas y el norte de México; de entrada Tamaulipas es, sin duda, uno de los estados que más oportunidades tiene para generar una gran área de conocimiento, y Coahuila un gran ejemplo para la creación de clústeres energéticos exitosos.