En un ejercicio continuo de Grupo Milenio, el pasado 3 de diciembre se realizó en la Ciudad de México un foro sobre la Reforma Energética donde se tocó, entre otros puntos, la Ley de Transición Energética (LTE), la última de las 22 leyes secundarias emanadas de la citada reforma.
Esta ley ha sido rechazada por las cámaras industriales del país porque alegan que es ambiciosa y que encarecerá la electricidad; el gobierno alega que esta ley no impactará en el precio de la energía eléctrica. Lo importante de la ley es que es el último eslabón en vías de ampliar la matriz energética de México y de caminar hacia la sustentabilidad.
La LTE pasó en el Senado con algunos cambios que darán mayor certeza a los generadores y consumidores finales de energía, y permitirá al país cumplir con las metas que como Nación nos hemos planteado para reducir la emisión de gases contaminantes.
La Secretaría de Energía tiene como meta cambiar la matriz energética de México generando energía eléctrica a partir de fuentes renovables. En la actualidad, el 85% de la electricidad que se produce en el país se genera a partir de fuentes no renovables; el objetivo es reducir esta producción al 65% en los próximos ocho años.
Esta ley, sin duda, es perfectible, pero es un paso importante hacia disminuir la dependencia de los hidrocarburos y aprovechar el potencial natural de México para generar energía eléctrica por otras fuentes.
En los diversos Symposiums y foros de Milenio en torno a energía sobran los ejemplos del impacto positivo que tiene en la competitividad la diversificación de la matriz energética de las empresas, y el impacto a mediano plazo de generar energía a partir de fuentes renovables. Amén del impacto que tiene en la reducción de emisión de gases de efecto invernadero que nos afectan a todos.
Esperemos a ver qué pasa con la LTE y cómo sale la ley una vez que sea discutida en el Pleno: y aunque la ley no contempla el gas natural como una energía “limpia” y este ha sido uno de los puntos que la industria más ha criticado, en lo personal pensamos que esta decisión del Senado es acertada porque para lograr la transición energética deberemos despretrolizarnos y buscar nuevas y más limpias alternativas para la generación de electricidad, de tal manera que todo el país quede incluido en esta reforma.