Al cierre de 2022, en solo 10 palabras, hubo un incremento en el precio del barril de petróleo, hasta 2 dólares en promedio, en todos los crudos comercializados a escala mundial. El motivo fue que el viceprimer ministro ruso, Alexander Novak, dijo “que Rusia podía reducir la producción en 500 mil a 700 mil toneles diarios en respuesta al tope impuesto”, y en esta semana el presidente Vladímir Putin emitirá un decreto sobre las acciones de Moscú respecto al límite de 60 dólares.
Esto ha creado un alza en el precio del barril y, de mantenerse en las primeras semanas de 2023, puede elevar la inflación en algunos países. Esto, a su vez, influirá en decisiones de corto plazo para los bancos centrales, que tendrán que incrementar aún más las tasas de interés. Eso originará un dinero más caro, y con mayor dificultad para el 2023, para realizar inversiones que requieran capital privado, y dando lugar a que gran parte de las naciones tengan que invertir más dinero en el desarrollo económico.
La inflación esperada en los primeros meses en algunos países puede bajar y en otros puede incrementar. En México puede haber un incremento mayor, comparado con el cierre esperado en 2022.
El motivo principal que llevará México a una mayor inflación, probablemente, se deberá a nuestro déficit comercial actual, que está por llegar a los 30 mil millones de dólares, esto es alrededor de 2.6 veces mayor comparado con 2021, donde hubo recuperación de la economía, en forma parcial, sin llegar al objetivo deseado.
Tener un mayor déficit qué significa en México. Actualmente, está importando una mayor cantidad de bienes para cubrir la demanda interna de los mercados, y esto deriva en una baja productividad o no contar con los insumos necesarios para el desarrollo de las industrias, empresas, hogares o proyectos.
Importar significa comprar al precio de mercado, donde lo adquirimos, por lo que absorbemos la inflación del país de origen, más los costos de transporte, impuestos, comercialización y lugar de venta. Todo es adicionado al precio final del consumidor elevando el precio de la canasta básica.
Entre menos produzcas lo que consumes, mayor será tu inflación, y ante esto deberás dar subsidios al consumidor para mitigar una desaceleración económica, la cual tiene una fecha de caducidad; dependerá del monto disponible de los ingresos del erario público, dejando al descubierto al desarrollo económico. Al haber una tasa de interés alta, se desincentivará la inversión privada, pues no tendrá la certidumbre de que el mercado comprará lo ofertado.
En México, en 2022 ha quedado asentado el fenómeno antes mencionado. Motivado en gran parte por el incremento de los bienes de consumo, uso intermedio y capital. La estructura del valor de las importaciones en el periodo enero-noviembre de 2022 fue la siguiente: bienes de uso intermedio, 78.8 por ciento; bienes de consumo, 13.3 por ciento, y bienes de capital, 7.9 por ciento.
Entre estos bienes, el de mayor volumen se refiere a los de uso intermedio, y que han aumentado de 2020 a 2022 en 60 por ciento. Este tipo se refiere a todos aquellos comprados para la reventa o bien y se utilizan como insumos o materias primas para la producción y venta de otros bienes.
Los intermedios no pueden ser nunca servicios, son siempre productos y forman parte de la cadena de producción. Tampoco deben confundirse con los productos finales o bienes de consumo, que son aquellos producidos (con bienes intermedios) para la comercialización y que ya están aptos para el consumo.
De enero a noviembre de 2022, el total de bienes de uso intermedio fue de 438 mil millones de dólares, donde 11 por ciento representa importaciones petroleras y 89 por ciento no petroleras. Estas últimas afectan en forma directa a la inflación subyacente, donde se encuentra los rubros de las mercancías, y la no subyacente en los energéticos.
Entonces, al ser un país con mayor importación, será complicado controlar la inflación, al traer una gran cantidad de materias primas, tecnología y todo lo necesario para transformar el consumo dentro del mercado. Ahora, la gran incertidumbre que habrá será en el sector de hidrocarburos. Debido a que dependemos del precio de los combustibles de mercados, fuera de nuestro país, y en función del precio del petróleo; sin olvidar agregar el costo del transporte para que llegué al consumidor final. En la actualidad tenemos un déficit, en la parte del sector de hidrocarburos, por 30 mil millones de dólares, y pensar en dejar de exportar petróleo crudo de nuestra producción es imposible. Al dejar de hacerlo podríamos estar al doble.
Resumen 2022: en el sector energético no hay un incremento de infraestructura o mejora de condiciones en el mercado. Tenemos un tipo de cambio estable, derivado de un mayor número de divisas provenientes de las remesas, pero una balanza comercial con un alto déficit. Esto derivará en una mayor inflación ante la importación de ésta, donde compramos lo que no tenemos, y dependemos de los costos del transporte para traerlo al mercado mexicano. En México, el principal problema son los bienes de uso intermedio, y ha quedado demostrado que eleva la inflación. Las tasas de intereses altas dentro y fuera de mercados financieros desinhibe la inversión privada, recordando que la pública no está para crear industria, sino infraestructura para generar un desarrollo económico para mostrar un crecimiento en el mundo y convertirse en un país atractivo al mostrar estabilidad financiera, política y social.
El próximo año es incierto ante lo que comentamos.
Agradezco a todos los que me leyeron este 2022 y espero haber aportado algo de conocimiento.
Ramsés Pech
Grupo Caraiva – Grupo Pech Arquitectos
