La razón de la sinrazón que a mi razón se hace, de tal manera mi razón enflaquece, que con razón me quejo de la vuestra fermosura»
En Don Quijote de La Mancha.
Asimismo al consultar la red encontramos que: “Es una novela tardía del escritor español Benito Pérez Galdós publicada en 1915. Subtitulada Fábula teatral absolutamente inverosímil —y escrita 'al dictado', pues el escritor estaba ya ciego—, cierra el ciclo de obras del llamado ‘periodo mitológico’, junto con el Caballero encantado (1909).”
Y, “En La crítica de la razón pura [Immanuel Kant] se abre una tercera vía para la metafísica, a medio camino entre el racionalismo que pretende saberlo todo, y el empirismo que desafía la razón a ser capaz de encontrar nada fuera de la experiencia: este camino es el de la crítica (o la filosofía trascendental), que limita el poder de la razón para re-legitimarlo”.
“Crítica” ‘significa apreciación justa, sobre todo, apreciación de las posibilidades del hombre como creador y sostenedor de la cultura. La tarea de la crítica es, a la vez, negativa y positiva. Tocante a la razón humana, hace ver sus limitaciones, pero, al propio tiempo, dentro de éstas, garantiza su obra posible y creadora’.
Lo ético es citar.
He citado sin que se me haya solicitado hacerlo.
Me hice la pregunta ¿Qué cosa es la razón? Esa “Una fantasma”-decía el célebre “Caballero de la triste figura” quien entre otras cosas- muchas cosas- diserta una y otra vez- y no tanto- como su creador- Cervantes, de manera genial a propósito de la línea tan delgada que separa a la lucidez de la pérdida de ella.
He abusado, -abuso ahora- descendiendo hasta los límites de lo coloquial. “Nomás mi chicharrón truena”. Exasperación rutinaria del terco por antonomasia. Un dictador, un padre autoritario, un profesor obcecado, un ex cardenal. Un psicópata…
Los hermanos Castro, extraordinario grupo vocal de ya lejanos tiempos-no tanto como los de Cervantes- hicieron famoso un tema al que titularon “Perdiendo la razón”. “Si ya sé que sólo soy un tonto, que me estoy volviendo loco por ti. Por tu amor”…
¿Qué se opone a esta? ¡La cerrazón!, ¡la terquedad! ¡La discusión bizantina!
El querer- a toda costa- salirte con la tuya. Aunque la razón esté muy lejos de pertenecerte. “Hacer caso de necios es engrandecerlos”.
Las sanas conciencias aconsejan, no engancharse con discusiones acerca de religión, política, futbol o toros… Pero a las calles salen manifestantes a protestar por todo lo que no es pensar como ellos quieren que se piense. Intolerancia. Antes fueron de izquierdas, ahora, de derechas. Los medios de comunicación, no hacen excepción.
Una cosa es tener o no la razón. Otra; perder la razón, el juicio, acceder a la locura con pasaporte al hospital siquiátrico.
Un sofisma es un falso razonamiento, una afirmación errónea. Una opinión tendenciosa es producto de un sofisma. Carente de objetividad.
Amable lector tal vez tengas la certeza de ser el centro del universo, de poseer la verdad absoluta. Razona, piensa.