Difuminado Diego Lainez, aquel zurdo que tanto ilusionó cuando apareció hace ya algunos años como todo un líder del América, siendo apenas un chamaco de 18 años… difuminado también Francisco Sebastián Córdova, otro juvenil americanista que tan buenos elogios y proyecciones recibió apenas hace unos meses... Difuminados todos los nuevos talentosos futbolistas mexicanos, llamados a impactar al mundo futbolístico en el Mundial de Qatar, lo que queda en el panorama es un tanto desolador.
Tan desolador está el panorama en este punto, el de las figuras juveniles y emergentes, que se han puesto los reflectores en un jovencito, absolutamente desconocido para el gran público aficionado a este deporte en el país. Se trata de Marcelo Flores, un mediocampista ofensivo habilidoso y creativo, de apenas 18 años.
Es tanta la presión que tiene Gerardo Martino para ofrecer mejores resultados y expectativas positivas que, aunque Marcelo no ha debutado en la Premier League con su equipo, el Arsenal, ya lo llamó a la Selección mayor. El jovencito solo ha jugado en las divisiones inferiores de este equipo londinense.
Aún así hay quienes (cada día más) consideran que Marcelo puede y debe ser el jugador que sea capaz de convertirse en un revulsivo del equipo nacional… alguien que sea capaz de cambiar para bien el destino de un partido cerrado y equilibrado.
Y evidentemente el experimentado entrenador no considera apropiado ni correcto salir a desmentirlos de forma frontal… no es su papel, seguro piensa. Al final del partido del fin de semana pasado en el que el Tri derrotó a Surinam en Torreón, con Marcelo teniendo algunos minutos (en los que falló un penal), algo quiso acotar el Tata sobre la exigencia que se empieza a generar para que este muchacho juegue y tenga más minutos… Pero no se entendió muy bien. Tendrá que ser más claro.
Rafael Ocampo