Los líderes de los países miembros del Grupo de los Veinte (G20), que representa 85 por ciento del PIB global, 77 por ciento del comercio internacional y 64 por ciento de la población mundial, se reunieron los días 4 y 5 de septiembre en la antigua ciudad china de Hangzhou para unir esfuerzos, compartir la sabiduría, encontrar soluciones a los temas globales de desarrollo y discutir medidas destinadas a reactivar la economía mundial.
La Cumbre de Hangzhou simboliza el inicio de una nueva era de la gobernanza económica global. En la cumbre, el presidente chino Xi Jinping formuló cinco propuestas que incluyen reforzar la coordinación de las políticas marcoeconómicas y unir esfuerzos para impulsar un crecimiento económico mundial y mantener la estabilidad financiera internacional; renovar los modelos de desarrollo para explorar nuevas fuerzas motrices de crecimiento; mejorar la gobernanza económica global para consolidar garantías institucionales; y construir una economía mundial abierta para seguir promoviendo la liberalización y facilicitación del comercio y la inversión.
El mandatario chino apuntó que el G20 ha de avanzar al ritmo del tiempo y jugar el rol de liderazgo; adoptar acciones concretas; construir conjuntamente una plataforma de cooperación de beneficio mutuo y desplegar el espíritu de asociación para ayudarse mutuamente. Dichas propuestas han marcado un rumbo claro para la evolución del mecanismo del G20 y han sido bien aplaudidas en diversas partes. Bajo el llamado de “convertir al G20 en un equipo de acción, en lugar de ser meramente una sala de charla”, los líderes de diversos países aprobaron por unanimidad el Comunicado de Hangzhou, el Plan del G20 para un Crecimiento Innovador, elaboraron la Estrategia del G20 para el Crecimiento del Comercio Global y los Principios Guía del G20 para la Inversión Global. La Cumbre de Hangzhou arrojó resultados fructíferos para convertirse en un hito importante en la gobernanza económica global.
La Cumbre de Hanghzou fue testigo del brillo de las naciones en vías de desarrollo. Siendo el mayor país en desarrollo, China logró, a través de este cónclave, incorporar a un mayor número de países en desarrollo a la gran plataforma de la gobernanza global y tender un puente de unión para la cooperación norte-sur. Esta reunión estableció el récord en número de países en desarrollo que participaron en la cumbre en la historia del G20. Además de los 10 países en desarrollo que integran este bloque, otras seis naciones en desarrollo fueron invitadas a esta reunión cimera, para tomar el pulso a la economía mundial. Asimismo, los líderes de las naciones del Brics sostuvieron una reunión informal, en la cual reiteraron su compromiso de reforzar el diálogo y la cooperación con otras naciones de mercados emergentes o en vías de desarrollo. Las diversas partes participantes en la cumbre elaboraron por primera vez un plan de acción sobre la ejecución de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y lanzaron la Iniciativa del G20 para la Industrialización de África y de los Países Menos Desarrollados y la Iniciativa de Alianza Global para la Conectividad de la Infraestructura. Todo ello ha marcado un nuevo punto de partida en la participación activa de las naciones en desarrollo en la gobernanza global.
La Cumbre de Hangzhou ha contribuido a llevar las relaciones entre China y México a un nivel más alto. Ambos países son mercados emergentes líderes y participantes activos de la gobernanza global. En 2012, México acogió exitosamente la Cumbre del G20 de Los Cabos. La Cumbre de Hangzhou ha establecido una nueva plataforma para el estrechamiento de la cooperación práctica entre ambas partes y la búsqueda conjunta del desarrollo mundial.
En el contexto de la cumbre, el presidente chino Xi Jinping y su homólogo mexicano Enrique Peña Nieto sostuvieron su sexta reunión desde que asumieron sus mandatos, y llegaron a importantes consensos en torno a una mayor cooperación bilateral en materia de inversión, construcción de infraestructura, zonas económicas especiales, finanzas, telecomunicaciones, nuevas fuentes de energía, profundización de los intercambios culturales y facilitación del flujo de personas, todo ello a partir de la articulación de las reformas estructurales implementadas de manera profunda por ambas partes. Este encuentro y los nuevos consensos alcanzados han enriquecido el contenido de la Asociación Estratégica Integral China-México y han servido para llevar la relación bilateral a un nivel más alto.
La Cumbre de Hangzhou no solo ha exhibido ante el mundo la belleza de su Lago del Oeste, sino más aún ha traído una nueva esperanza para el desarrollo mundial. Guiada por el espíritu de ayuda mutua, esta cumbre ha escrito un nuevo capítulo en la gobernanza global, al abrir un nuevo camino y nuevos horizontes para la economía mundial, aglutinar nuevos consensos sobre el establecimiento de un nuevo mecanismo para la cooperación internacional e impulsar una mayor apertura, interconexión e integración de la economía global.
*Embajador chino