El diccionario nos dice que conocer es "averiguar por el ejercicio de las facultades intelectuales la naturaleza, cualidades y relaciones de las cosas". Esta definición a su vez nos lleva a preguntarnos por lo que significa averiguar, que es "inquirir la verdad hasta descubrirla". Podemos darnos cuenta entonces de que al conocer se ponen en una especial relación las facultades intelectuales y la verdad de las cosas.
El conocimiento, resultado de la acción de conocer, implica de alguna manera que quien conoce adquiere algo de la cosa que conoce. Podríamos pensar que poseemos algo así como una imagen de lo conocido en nosotros, aunque no es exactamente eso, no es una simple imagen, sino algo más de fondo. Al conocer poseemos el objeto conocido sin que su materia entre en nuestra mente y eso que poseemos apunta, por así decir, hacia lo que conocemos, hacia su objeto.
En el conocimiento hay una parte sensible, es decir, una parte en la que intervienen nuestros sentidos. Esta parte la compartimos con los otros seres como los animales y por ello podemos decir que conocen a ese nivel. Pero el conocimiento humano es capaz de dar un paso más allá del conocimiento sensible gracias a un mayor nivel de abstracción que manifiesta que su inteligencia es especial, de orden espiritual.
La vida social humana presupone nuestra facultad intelectual. La sociedad que formamos los seres humanos no es nada más resultado de las tendencias gregarias que inciden en nuestro comportamiento debido a que somos parte del reino animal. Naturalmente esas tendencias actúan en nosotros, pero nuestra forma de conocer, cultivada en la relación de unos con otros y manifiesta en el lenguaje articulado que nos distingue, le da una cualidad única a nuestra vida social.
El conocimiento lleva a la humanidad a una posición particular de responsabilidad en el mundo. El acceso por la inteligencia a la verdad, es decir a la naturaleza, cualidades y relaciones de las cosas es sin lugar a dudas un don. Una parte del conocimiento los hombres la hemos sistematizado bajo ciertos criterios y la llamamos ciencia; pero no todo conocimiento verdadero es ciencia. Además, desde otro punto de vista, muchos conocimientos son útiles y de ahí ha derivado la tecnología; pero no todo conocimiento es para la técnica.
Ciertamente este don nos lleva de la mano a la consideración de otro punto de vista con que nos aparece la verdad, que es el bien. Ya lo comentaremos.