Las noticias sobre la tripulación del barco pesquero desaparecido desde el 4 de noviembre, hace un mes, dejaron de ser esperanzadoras desde hace un tiempo, al grado que sus familias exigen justicia.
Son cinco hombres los que iban a bordo del Roque Rojas 1, así se llama la embarcación, de los que se informó se perdió contacto con ellos desde el 4 de noviembre a la altura del Puerto Matamoros.
Luego vino lo que siempre sucede: dependencias y gobiernos, a los que se pidió realizaran su trabajo, se “coordinaron” -término muy de modo ahora que todo es de un mismo color político- y ratificaron que harían lo que es su obligación y por lo que reciben un presupuesto que sale de las contribuciones de todos.
Avanzaron los días y se fueron conociendo detalles como que la desaparición del barco fue notificada 48 horas después, entonces la búsqueda comenzó con dos días de retraso.
Se dijo también que el Roque Rojas 1 llevaba más de 30 días en el mar y como resultado iba ya bien cargado. Otras cosas más se fueron revelando con el paso del tiempo, como advirtiendo lo que finalmente está ocurriendo, los informes nunca fueron esperanzadores.
Las familias de los cinco pescadores, madres, esposas, hermanas, hijos… Dieron seguimiento puntual y varias veces fueron citados en las oficinas de Capitanía de Puerto para darle informes de las acciones realizadas que, dicho sea de paso, no significaron algo extraordinario.
Manifestaciones en la sede de la Secretaría de Marina y en el desfile del 20 de Noviembre en Tampico para llamar la atención de los gobernantes locales y pedir la intervención del Gobierno de Tamaulipas, fueron parte de las acciones de las familias de los pescadores desaparecidos.
Al final nada surtió el efecto esperado y ahora las familias enfrentarán una pelea legal por la desaparición de los cinco pescadores contra quienes resulten responsables, incluídas instituciones de gobierno.
Las personas ávidas de justicia cuestionarán en su demanda: ¿Quién revisó la documentación del Roque Rojas 1 y autorizó su salida al mar? ¿Por qué a los trabajadores del barco les pagaba su salario una persona física y ante las autoridades había registrada otra, según consta en documentos en poder de los inconformes?
Parece que estamos ante otra historia con un mismo final, en la que resulta afectada la gente modesta y esforzada por ganarse un sustento económico de manera honesta, mientras los que hacen todo por aprovechar las lagunas de leyes y reglamento para siempre ganar más con menos, salgan nuevamente sin mancha.
Ojalá las autoridades demuestren lo contrario y se conozcan las verdades de la tragedia del Roque Rojas 1 pero, sobre todo, se castiguen las posibles omisiones.