Cultura

De “me pega porque me quiere” a “les pegan porque las quieren”

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Hubo un momento en la historia en el que el maltrato a la mujer era no solo cotidiano, sino aceptado o incluso requerido como parte de una “educación”: “pa’ que se enseñe”. La mujer debía aceptar y perdonar las infidelidades, pero ante la misma situación el hombre podía hasta cantar: “La maté, sí señor y si vuelve a nacer, yo la vuelvo a matar”. ¡Vaya educación!

La lucha de cientos de mujeres cambió el mundo. Hoy la mujer vota, estudia, trabaja y puede vivir de una forma impensable hace apenas unos años. Pero la advertencia de Virginia Woolf continúa vigente: la agresión a la mujer, es proporcional al miedo que su libertad genera en el hombre. Mientras más inseguro es un hombre, menos apto resulta para vivir o trabajar junto a una mujer.

El peligro mayor es que ahora esa agresión se disfraza. Conocí una empleada doméstica que llegaba golpeada por sus propios hermanos. Pasé meses haciéndole entender ver que no podía vivir así. Ella respondía: “es que me quieren”. Me costó mucho que lograra ver que eso no era amor, sino una enfermedad mental. Yo pensaba entonces en lo urgente que era educar al pueblo en temas de género. Educación: eso lo resuelve todo… ¿sí?

Recientemente la UNAM removió de su cargo al director del Instituto de Investigaciones Estéticas por haber dicho de manera pública, en un programa de Radio UNAM, que el feminicidio es un acto de amor. Hablamos de un señor director de un Instituto de la UNAM: una persona “educada”. La educación, ¿lo resuelve todo? Desde hace siglos, muchos así lo hemos creído. La cuestión es: ¿qué educación estamos dando a nuestras niñas y niños?

El tiempo esencial para la formación de un individuo, en nuestro país se desperdicia de una manera lamentable. Lo que verdaderamente deberíamos enseñar, a los niños en particular, aunque a las niñas también, es el respeto a la vida. El respeto a la mujer; su dignidad y derecho a ser nombrada y reconocida como tal y el respeto a su cuerpo.

Como todo, eso comienza por el lenguaje: las niñas saben que, cuando se les nombra, se les está otorgando SU lugar. Ahí comienza, pero continúa a través de una educación de la sensibilidad: enseñar a nuestros varones a ser sensibles ante la vida, hacerles saber que el hombre puede acunar, cambiar un pañal, planchar, sentir miedo, llorar, sentir ternura o amor. En resumen, que las actividades y los sentimientos no tienen sexo, como no lo tiene el Sol, la Luna o la cubeta.

La educación primaria debería ser sagrada: es el momento más importante en la formación de una persona. Y lo dedicamos a enseñarles los nombres de las capitales o de los ríos… ¡Por favor!

¿Qué debe aprender una niña o niño? Que la vida debe ser respetada: punto final. Que un animal, como cualquier persona, como cualquier planta, merece respeto: una ecología radical para salvar al planeta. Debe aprender a cultivar verduras en macetas, a comer decentemente, a trepar árboles, a escuchar la música que ha pasado la prueba de los siglos y continúa siendo eterna. Y como se comienza por casa, debe aprender a valorar y cuidar su cuerpo y el de las y los demás, y a ejercitarlo para la salud y excelencia.

Todo lo mencionado, abarca las dos asignaturas a las que menos interés se les da en México: educación estética y deportes. La educación de la sensibilidad (áisthesis: estética, sensibilidad) y el ejercicio corporal, deberían ser lo más importante para lograr ciudadanos que respeten la vida. El resto puede resumirse en aprender lectura y escritura, aritmética básica, así como nociones de historia y geografía nacional.

La educación lo es todo. Pero educar, es conducir a la excelencia: no aprender de memoria los nombres de los ríos. ¡Por favor! Urge una revolución en los objetivos y los planes de estudio para la educación primaria.

Paulina Rivero Weber

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Paulina Rivero Weber
  • Paulina Rivero Weber
  • paulinagrw@yahoo.com
  • Es licenciada, maestra y doctora en Filosofía por la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM. Sus líneas de investigación se centran en temas de Ética y Bioética, en particular en los pensamientos de los griegos antiguos, así como de Spinoza, Nietzsche, Heidegger.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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