Estudiando al new deal o “nuevo contrato”, implementado por Franklin D. Roosevelt (FDR) para la recuparación de EU de la Gran Depresión, encuentro muchas similitudes entre sus acciones y las que ha venido implementando nuestro Presidente, al grado que creo que lo considera su inspiración.
Existen muchas coincidencias entre acciones tomadas entonces y las de nuestro gobierno actual: austeridad en la función pública con recortes salariales, impulso a la construcción de vivienda popular, asistencia a la reforestación, obras públicas para generar empleo, construcción de infraestructura rural en caminos y escuelas, “administración nacional de la juventud”, pensión universal y apoyo a personas con discapacidad, leyes laborales de protección a empleados y revisión de salarios mínimos.
El otro hecho del new deal del que nuestro Presidente insiste en intentar como condición de reactivación de largo plazo es evitar endeudarse. Y esto ha sido difícil no solamente por factores inerciales que han incrementado la deuda como porcentaje del PIB, sino que la deuda a la que el new deal se refiere es la global, es decir, la que toma en cuenta la de los estados y municipios, misma que en México ha venido creciendo paulatinamente durante los últimos años, estrechando cada vez más sus márgenes de maniobra para recursos frescos que contribuyan a su recuperación económica. La falta del empuje estatal de mejorar sus ingresos vía recaudación local se ha constituido en una verdadera piedra que pesa sobre su desarrollo autónomo.
Pero pienso que el faltante principal constante en nuestro aprendizaje del new deal es la compaginación lograda por FDR entre la inversión pública y privada, donde la primera antecedió a la segunda como “indicador líder” que afectó positivamente las expectativas de la inversión privada y, una vez que ésta arrancó, aportó ingresos vía recaudación para que el Estado siguiera interviniendo con gasto productivo.
Este baile virtuoso entre el sector público y privado se mantiene como uno de los retos principales de nuestro actual gobierno.
No en balde FDR se refirió a su programa como un nuevo contrato, uno tripartita e incluyente, entre gobierno, empresarios y la sociedad en su conjunto.
Si queremos apostar a un modelo de recuperación y crecimiento como el del new deal, debemos adoptarlo desde su base, que es la unidad de acuerdos, en la que debemos trabajar TODOS, sin excepción ni cuartel.
@PatyArmendariz