Política

Juicios orales: corrupción lubrica la “puerta giratoria”

El presidente del Tribunal Superior de Justicia del Estado, Héctor Sánchez Sánchez, presumió hace unas semanas que ahora se imparte justicia en el estado como no se hacía desde hace dos décadas.

Pero cuando se conocen escándalos sobre la impartición de justicia por parte de los jueces del sistema de oralidad, como ha ocurrido en los distritos judiciales de Huauchinango y Tehuacán, difícilmente se puede conceder hasta la duda a lo dicho por el presidente-magistrado.

Para empezar, el Poder Judicial está infestado de prácticas de nepotismo, pero le superan las de corrupción.

En los distritos judiciales el aceite que lubrica las puertas giratorias de los juicios orales es el poder del dinero para comprar la voluntad de los juzgadores y ponerle precio a la justicia.

Los casos ya son de escándalo y existe una cadena muy bien aceitada donde los eslabones son los encargados de investigar los delitos, que culminan con los jueces en los distritos judiciales.

Hay mafias desde la Fiscalía General de Justicia hasta en los juzgados, principalmente, en los penales.

Lo ocurrido en el distrito judicial de Huauchinango con el juez que dejó en libertad al violador y secuestrador de menores, no tiene progenitora.

Desde las redes sociales, jóvenes mujeres alertaban en la víspera de la decisión del juez de Huauchinango que el impartidor de justicia cometería un atropello al dejar en libertad al delincuente.

Y desde el Poder Judicial no evitaron la actuación nefasta de un juzgador que desprestigia con su decisión al resto de los integrantes del Poder Judicial.

Cuando se escuchan los discursos en marzo por el Día Internacional de la Mujer, y se presume la impartición de justicia con perspectiva de género, solo se demuestra la carga demagógica discursiva.

Lo ocurrido a Miriam, de Huauchinango, es inaudito, no solo por favorecer la justicia a un infeliz delincuente violentador, sino por el tipo de “empleados” que reciben un salario y son unos depredadores sexuales.

Al acudir a pedir ayuda ante la autoridad, el asesor jurídico de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (Ceavi), en la Casa de Justicia de Huauchinango, Mario “N”, drogó y violó a Miriam luego de que ella le contó su caso para recuperar a sus hijas. ¿Con perspectiva de género?  

Pablo Ruiz

pablo.ruiz@milenio.com


Google news logo
Síguenos en
Pablo Ruiz Meza
  • Pablo Ruiz Meza
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.