En el tono y ánimo que vienen las campañas electorales federales y locales, con una oposición más competitiva, le conviene al gobierno y al partido oficial en Puebla empezar a “limpiar la casa”.
Un problema de enorme dificultad para el gobierno del estado son las cuentas claras de las finanzas públicas.
No basta con reconocer la existencia del “hoyo financiero” por algo así de mil 300 millones de pesos.
Hasta la fecha, ni la Secretaría de la Función Pública, ni la Auditoría Superior del Estado y el Congreso local han rendido cuentas a la sociedad poblana.
Es una fuerte prueba de carga política para cualquier gobierno explicar el destino de millones de pesos, y peor todavía, cómo explicar que los responsables dejaron el cargo sin asumir ninguna consecuencia.
Para efecto de las campañas electorales, en específico por la gubernatura, la “pérdida” de más de 600 millones de pesos de una errática inversión en Banco Accendo, es “oro molido” para los opositores.
Pero no necesitaría el gobierno tener la presión de las campañas electorales para tomar una decisión política y judicial respecto a la responsabilidad de la ex secretaria de Finanzas y Planeación, María Teresa Corro Castro.
El gobierno local de la 4T no debería esperar le reclamo opositor que contamine las campañas electorales, ni tomar la decisión por esa presión, porque la oposición se colgaría la medalla.
Si una de las banderas de los gobiernos morenistas es el combate a la corrupción, y de haber existido en el daño patrimonial al estado con el “hoyo financiero”, ya se tardaron para tomar acciones.
Los diputados federales del PAN Mario Riestra, Ana Teresa Aranda, Humberto Aguilar y Carolina Beauregard lanzaron ya la primera advertencia para que la SHCP y la UIF investiguen el daño financiero durante la gestión de Miguel Barbosa Huerta.
Se trata de los 600 mdp en el Banco Accendo y 722.3 mdp ante el Servicio de Administración Tributaria (SAT) por un error en el pago del IVA por sueldos y salarios, entre 2019 y 2020.
Ahora, en el ámbito partidista, la dirigencia de Morena y los aspirantes a la gubernatura Ignacio Mier, Alejandro Armenta y Julio Huerta, deben transparentar el origen del gasto en propaganda.
En “fuego amigo” revelaron identidad de hombres de negocios que presuntamente financiaron anuncios espectaculares, y según dicen, son investigados por la UIF. Si eso hicieron adentro, ya se podrá imaginar a los opositores.