A 47 días del asesinato del periodista Marco Aurelio Ramírez Hernández, la investigación para esclarecer el homicidio no tiene ningún avance judicial.
El comunicador de Tehuacán fue asesinado el 23 de mayo por un sicario que le disparó en cinco ocasiones cuando el reportero salía de su casa, a bordo de su automóvil.
Por lo menos un cómplice del asesino sirvió de “muro” para facilitarle la huida, pero hasta la fecha se desconoce quiénes son los autores intelectuales, materiales y el móvil del crimen.
El fiscal General del Estado, Gilberto Higuera Bernal, se limitó a finales de mayo únicamente a declarar que se había ejecutado una acción judicial contra un implicado en el homicidio, pero sin mayor avance en la indagatoria para dar con el resto de autores materiales e intelectuales.
La falta de avance en la indagatoria y la postura del Poder Judicial local demuestran nuevamente la indolencia de las autoridades, tanto de las responsables de procurar justicia como de los impartidores.
La actitud de la FGE y del TSJE, como ocurre en el resto del país, favorece la impunidad de los grupos criminales, y la vulnerabilidad de los periodistas en otros estados.
La semana pasada fueron reportados como desparecidos cuatro periodistas: tres en Nayarit y uno en Veracruz.
En el primer caso, el sábado 8 de julio apareció sin vida y con signos de violencia Luis Martín Sánchez Íñiguez, corresponsal del periódico La Jornada.
El periodista fue sacado de su casa por sujetos armado, sustrajeron una computadora, un disco duro, su teléfono móvil y la credencia que lo identificaba como corresponsal del diario nacional.
En Nayarit continúa la búsqueda de los periodistas Jonathan Lora Ramírez y Osiris Maldonado de la Paz; ambos tenían relación profesional con el periodista asesinado.
Mientras tanto en el estado de Veracruz, con alto índice de homicidios cometidos contra comunicadores, está reportado como desaparecido Juan Carlos Hinojosa Viveros, fotoperiodista en la región sur y fotógrafo del ayuntamiento de Nanchital.
Bajo el asedio de la delincuencia, la indolencia de las autoridades y del discurso oficial de odio hacia los periodistas, han ocurrido los homicidios en Tehuacán contra Marco Aurelio Ramírez; Luis Martín Sánchez Íñiguez, en Nayarit; el atentado a Ciro Gómez Leyva y las amenazas a Carlos Jiménez, de C-4 Telediario CdMx.
