Con los resultados preliminares del proceso interno para elegir a la dirigente estatal del PAN, el virtual triunfo de Augusta Díaz de Rivera tiene varias lecturas.
Una primera, de peso, es que se trata de un revés para el líder nacional Marko Cortés. Se suma el golpe en un contexto de crisis interpanista, que viene arrastrando desde la forma y el método de reelegirse, y se agravó con las críticas por su derrotismo de cara a los comicios de 2022. Era un secreto a voces el respaldo y acuerdo político de Marko Cortés para empujar también la reelección de Genoveva Huerta.
En el contexto del panismo poblano, el virtual triunfo de Díaz de Rivera es una victoria reivindicativa del neopanismo, apaleado y marginado por el morenovallismo. Eduardo Rivera Pérez, como parte del arranque de su discurso de toma de protesta como presidente municipal, recordó la forma en que fue perseguido y cómo se defendió en tribunales donde ganó. El resultado electoral de ayer es un ajuste de cuentas entre el neopanismo con los morenovallistas.
Con Augusta Díaz está de regreso ese sector del neopanismo poblano ligado a las cámaras empresariales, a las familias custodias del PAN y a grupos conservadores del sector privado que se hicieron de Acción Nacional para desplazar a los doctrinarios en la década de los 80.
Sobre los resultados preliminares de los comicios internos del PAN, la principal lectura política es que el alcalde Eduardo Rivera Pérez asume el control de su partido para pavimentarse el camino a la candidatura por la gubernatura en 2024.
Rivera ha dado un paso importante en la carrera por la gubernatura y tiene un amplio margen de posibilidades porque el PRI había ratificado, antes de conocerse los resultados, que iría en alianza con el PAN por la gubernatura en 2024, independientemente de quien fuera la ganadora.
Además del control del partido, la alianza con PRI y PRD, a favor de Eduardo Rivera, existen otros actores políticos en el estado que actúan como poderes fácticos.
La expectativa es cuál será la postura de Díaz de Rivera con su correligionaria y ex contendiente, porque más allá de la pasión política, se necesitan para ir unidos rumbo a los procesos electorales venideros, y en estos tiempos de mayor crecimiento de Morena, solo unidos podrán presentar un buen frente porque serán elecciones concurrentes con los ayuntamientos, los diputados locales, las presidenciales y renovación del Congreso de la Unión.
Pablo Ruiz
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