Política

Del huachicol al huachigas

Fue desde el gobierno de Enrique Peña Nieto que la estrategia de “los abrazos” le permitió a las bandas criminales florecer y crecer, pinchando ductos de Pemex.

Aunque hayan pasado de huachicoleros a huachigaseros, la comisión de estos delitos aún son de índole federal, pero desde el centro del país le han cargado el problema a los estados.

En el sexenio peñista le dieron manga ancha a los grupos delincuenciales que encontraron la mina de oro en el robo de combustible, bajo la pasividad y complicidad de los vigilantes de Pemex y de las Fuerzas Armadas encargadas de custodiar los bienes nacionales.

En estados como Puebla, los militares asignados por la Sedena dejaron de custodiar los ductos de gasolina y gas de las áreas de Pemex, y lejos de atacar a los autores de las primeras tomas clandestinas, les dieron mas libertades de acción.

La Federación dejó entonces a los gobiernos de los estados no solo la vigilancia de los ductos de Pemex, sino también perseguir los delitos del pinchado para crear tomas clandestinas, así como el robo y comercialización de la gasolina en el mercado negro, tanto a particulares como a empresas.

Mal armados, sin capacitación y sin ser su responsabilidad preventiva, los policías estatales y municipales fueron enviados a hacerle frente a las bandas criminales, con saldos fatales como los uniformados fusilados en Amozoc y los enfrentamientos en Palmarito Tochapan.

La capacidad superior de fuego de los grupos criminales y el abandono de la Federación a su obligación de vigilar y atacar el delitos, solo favorecieron la captación de los policías municipales por los grupos de delincuentes.

El gobierno de Rafael Moreno Valle, la minigubernatura de Antonio Gali, la interina de Guillermo Pacheco y la administración vigente se han enfrentado al mismo fenómeno, y como prueba está la reciente explosión de la toma clandestina en San Pablo Xochimehuacan.

El gobierno federal de la 4T reitera y presume que acabó con el huachicol en el país, de acuerdo con sus datos, y que en el estado lo ha combatido y erradicado.

Los datos duros son crudos: en Puebla durante 2021 repuntaron 413% las tomas clandestinas y las bandas pasaron del huachicol al huachigas, diversificándose a otros delitos de alto impacto.

pablo.ruiz@milenio.com

Google news logo
Síguenos en
Pablo Ruiz Meza
  • Pablo Ruiz Meza
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.