Política

Inmersión en hielo

  • Vademecum
  • Inmersión en hielo
  • Óscar Hernández G.

Tradicionalmente las lesiones deportivas habían sido tratadas con terapia de hielo para acelerar la desinflamación, en conjunto con medicamentos. 

Desde luego la terapia de reposo se empleó también durante mucho tiempo; sin embargo debido a las exigencias competitivas en el deporte de alto rendimiento o elite y olímpico, en donde las competencias y torneos son “seguidas” con poco tiempo de recuperación, el desgaste es más intenso y el cuerpo es sometido a un estrés neuromuscular elevado, con una liberación importante de sustancias proinflamatorias y neurotransmisores u hormonas del estrés. 

Sumergir el cuerpo en hielo o agua fría a muy bajas temperaturas, promete reducir el tiempo de recuperación y la fatiga; acelerando la desinflamación sistémica. 

Estamos hablando de jóvenes atletas profesionales sanos.

Sin embargo, sumergir en hielo el cuerpo de personas comunes y corrientes como adultos, obesos, fumadores, sedentarios, y quizás con alguna enfermedad como presión alta, diabetes, etc, el resultado pudiera ser incierto o adverso. 

El cuerpo humano está diseñado para responder a situaciones de peligro con huida o pelea; sumergirse o caer a un lago semicongelado seguramente activará una tormenta de catecolaminas que darán la señal de alerta máxima para salir a como de lugar del agua muy fría; con una descarga de taquicardia, vaso constricción para mantener el calor del cuerpo, palidez extrema, aumento de la respiración y elevación de la presión arterial para enviar el flujo de sangre oxigenada al cerebro y músculos; esta respuesta podría mantenerse tal vez no más de 30 minutos, dependiendo de las condiciones o variables; para posteriormente caer y darse por vencido el cuerpo y llegar a la hipotermia con sus consecuencias también sistémicas.

Otra respuesta conocida como “reacción vagal” en honor al nervio errante o vago que transita por todo el cuerpo, el más largo del cerebro al intestino, pasando por cuello, tórax y abdomen. 

Este nervio al verse sometido a un estrés súbito e intenso puede liberar neurotransmisores, como la acetilcolina, que dan lugar a latidos lentos del corazón y vasodilatación periférica con reducción de la presión arterial, disminuyendo el aporte de sangre y oxígeno al cerebro, lo que provoca un síncope desmayo; se cree que en algunos pacientes casi ahogados en aguas heladas que fallecieron y no se encontró agua en sus pulmones fue porque se desmayaron al entrar al agua y sucedió un laringoespasmo que cerró la garganta sin permitir la entrada de agua al pulmón; por desgracia tampoco entró oxígeno. 

En fin sumergirse en hielo desencadenará diversos efectos metabólicos, cardiovasculares e inflamatorios en el cuerpo humano, que dependerán del tiempo de inmersión, temperatura bajo cero y del tipo y condición de la persona sumergida.


sinrez@yahoo.com.mx

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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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