El ataque armado contra el empresario restaurantero Eduardo Beaven destapó el origen y perfil de una de las bandas enemigas de La Unión Tepito y brazo operador de La Familia Michoacana en CdMx. Se trata de la banda que lidera Francisco Javier Medina, mejor conocido en su barrio —la Ramos Millán— como El Calores; para La Familia Michoacana es El Comandante 10 y para la policía capitalina, El Paco Pacas.
El Calores se hace pasar por un joven empresario que gusta de ropa de diseñador, su preferida es la francesa Balmain; conduce autos de lujo, Lamborghini y otros. Presume que lee libros de negocios para hacer dinero y que antes tomaba “París de noche” —como su papá—, pero ahora tiene gustos más refinados. Siempre rodeado de mujeres guapas, venezolanas o colombianas, sus fiestas son amenizadas por grupos musicales de renombre. Reside entre CdMx, Guadalajara y ahora su base es Tulum.
Su origen está en la venta de ropa de paca en tianguis de la capital. En uno de sus viajes lo extorsionaron en Reynosa y tuvo la habilidad de negociar para mejor hacerse socio de ellos. A partir de ahí, entre la ropa de paca traía escondidas armas que posteriormente vendía a La Familia Michoacana, principalmente a los hermanos Johnny Hurtado Olascoaga El Pez y su hermano José Alfredo El Fresa. Los encuentros eran en Arcelia, Guerrero, donde organizaban fiestas sin fin con mujeres, drogas y música.
El Calores se convirtió en operador de los hermanos Hurtado Olascoaga; los paquetes que comercializaba llevaban la leyenda Paco Pacas y dibujos de una fresa y de un pez, en alusión a sus ‘patrones’.
¿Qué tiene que ver el ataque al empresario y dueño del Rosa Negra con El Calores? Pues que Yannick Iriarte Martínez, alias El Alemán, presunto organizador del ataque, es su brazo derecho. Son del mismo barrio, la Ramos Millán y la Granjas México. Ahí crecieron juntos y operan. Pagan a muchachitos de 2 mil a 5 mil pesos para matar, reclutan a jovencitas como gancho para robar o secuestrar y, según vecinos, ese barrio se ha convertido en semillero de sicarios. De ahí también era Donovan, el presunto sicario de 17 años que falleció tras el ataque.
Palabras clave
El Calores va a extrañar el restaurante Rosa Negra —de Eduardo Beaven— en Tulum, donde tanto le gustaba ir y a cuyas puertas ejecutaron a balazos el 11 de septiembre al guardia y a un taxista. Cualquier parecido con la realidad no es mera coincidencia.
Óscar Cedillo
@Conejocedillo