Dijo ayer el Presidente de México que estamos entre los 10 países con menos infectados de coronavirus. Eso es falso. Los 11 con menos contagiados son Yemen (con un caso), Papúa Nueva Guinea y Timor Oriental (dos), Sudán del Sur y Santo Tomé y Príncipe (cuatro), Bután y Burundi (cinco), Mauritania (siete) y Nicaragua, la República Centroafricana y Cabo Verde (ocho). Hay más de 100 que presentan menos de los más de 4 mil casos que tiene México. Entre ellos —por citar solo los más poblados— se cuentan Nigeria, Bangladesh, Egipto, Etiopía, la República Democrática del Congo, Tailandia, Sudáfrica, Tanzania, Myanmar y Colombia. México es el vigésimo quinto con más infectados.
Dijo el Presidente que estamos entre los 10 países con menos defunciones por la pandemia. Eso también es falso. Los 11 arriba citados como los que presentan menos contagiados, y muchos más, han tenido entre 0 y un muertos. Y he aquí 10 que tienen más casos que nosotros y menos de nuestros 273 muertos al momento de escribir esto: Dinamarca (260), Polonia (232), Corea del Sur (214), Perú (181), República Checa (132), Rusia (130), Noruega (123), Israel (103), Japón (98) y Pakistán (88). Por número de muertos, ocupamos el sitio 23 de la tabla.
Dijo el Presidente que lo fundamental es la prevención y que “lo dijimos desde el principio”. La pandemia fue declarada por la Organización Mundial de la Salud el 11 de marzo. El 23, él mismo exhortaba a la población a salir a comer a restaurantes y fondas.
Dijo el Presidente que la familia mexicana es la institución de seguridad social más importante del país. Pero las familias mexicanas no tienen camas de terapia intensiva ni respiradores. Y, por lo que se sabe, el IMSS, el Issste y la Secretaría de Salud no los tienen todavía en cantidad suficiente.
Dijo el Presidente que el propósito principal es salvar vidas. Pero salvar vidas es también salvar empleos. La indiferencia de su gobierno ha llevado a que, desde el 13 de marzo, se pierdan más de 11 mil por día en nuestro país.
Dijo el Presidente que estamos dando una lección al mundo con nuestro comportamiento. Debe creer que la letra con sangre entra.