Mañana se conmemora de manera atípica el Día Nacional de la Protección Civil. La pandemia del covid-19 y la aplicación de las medidas de distanciamiento social necesarias para seguir disminuyendo los contagios hicieron imposible la realización del megasimulacro nacional y de los simulacros estatales que tradicionalmente se celebran en esta fecha. Como ha ocurrido desde el 28 de febrero, cuando se confirmó el primer caso de covid-19 en México, la cotidianidad se ha transformado. El gobierno, los sectores productivos y la sociedad han tenido que adecuarse a la llamada nueva normalidad en medio de una nueva realidad.
El 19 de septiembre es una fecha importante para las mexicanas y los mexicanos. Hace 35 años, dos terremotos devastaron a Ciudad de México. Hace tres años, dos sismos, el primero ocurrido el 7 de septiembre, afectó gravemente los estados de Oaxaca, Chiapas, Guerrero y Veracruz; y otro, en una de esas casualidades del destino, el día 19 del mismo mes, impactó a Ciudad de México y a los estados de Puebla y Morelos. Los terremotos de 1985 marcaron un antes y un después en la capital del país. Ante la parálisis gubernamental, los habitantes de la ciudad tomaron en sus manos el rescate de las víctimas y después se organizaron para exigir la reconstrucción y una vivienda digna, lo que marcó un paso muy importante en la concientización de sus derechos ciudadanos y políticos.
El terremoto de 2017 estuvo marcado por dos hechos significativos. El primero, los jóvenes y la sociedad de nueva cuenta tomaron las calles para asumir de manera directa las tareas de rescate de víctimas de entre los escombros; y segundo, la incapacidad de los entonces gobiernos de Ciudad de México y de los estados afectados, para responder de manera oportuna a los damnificados. Burocracia y corrupción impidieron una respuesta oportuna ante estas catástrofes.
Desde hace años, junto con muchas otras voces, soy de la opinión de que debe fortalecerse de manera sustancial la cultura de la protección civil. En 35 años se han logrado avances muy importantes, pero estamos aún muy lejos de llegar a los niveles requeridos. Nuestro país es hermoso, está lleno de atractivos y recursos naturales, pero al mismo tiempo de riesgos que deben atenderse.
La protección civil también es una cuestión de seguridad nacional, además de que una parte significativa de territorio nacional se encuentra en una zona sísmica, debe tenerse presente otros fenómenos naturales, como son los huracanes y tornados, cada vez más frecuentes debido al cambio climático, las inundaciones y los desbordamientos de ríos, como los ocurrido en estos meses y hace dos días en Ciudad de México o los cada vez más recurrentes incendios forestales.
Aunque los simulacros se cancelaron por la pandemia, las labores de protección civil continúan. Este fin de semana, el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, visitará Puebla para supervisar de manera directa algunas de las labores de reconstrucción del sismo de hace tres años. La llegada de un nuevo gobierno a la presidencia de la República y al gobierno del estado hacen posible que la reconstrucción y atención a los damnificados sea una realidad.
@MBarbosaMX